Pasaron los meses, y luego de que en marzo todo lo relacionado con la disciplina quedara suspendido a raíz del coronavirus, al fin el voleibol rancagüino comienza nuevamente a moverse y a retomar poco a poco las prácticas.
Basándose en el protocolo establecido por la Federación para el trabajo de las selecciones nacionales, dos entidades de la zona los aplicaron a su realidad y reiniciaron sus movimientos en cancha.
Es así como el Club Manzanal, con su rama de voleibol damas y varones, y el club GIBA de Requínoa, ya han realizado sus primeras sesiones.
En ese sentido, desde la Asociación local, informaron a El Rancagüino que entre las principales acciones a seguir se cuenta que solo pueden trabajar con 10 personas, sin contacto físico entre ellas, de momento solo con movimientos individuales.
Además, existe toma de temperatura, el uso del alcohol gel y siempre respetando la distancia de al menos un metro entre los integrantes de los entrenamientos.