“Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará. No así los malos, que son como el tamo que arrebata el viento. Por tanto, no se levantarán los malos en el juicio. Salmo 1:1-5
El libro de los salmos es uno de los libros más leídos de la Biblia. Es conocido como un libro devocional ya que nos identifica en cada una de las expresiones y experiencias vertidas en los 150 salmos.
El gran teólogo francés, Juan Calvino describió este libro como una anatomía de todas las partes del alma humana.
El salmo uno, empieza con una bienaventuranza, para aquellos que honran la palabra de Dios y la obedecen. Pero a su vez, las palabras de este salmo son un llamado a vivir una correcta relación con Dios teniendo como fundamento a Cristo y su Palabra. El salmo uno empieza admitiendo una realidad y esta es que en el mundo existen dos tipos de personas que construyen sus vidas sobre dos fundamentos diferentes, que van por caminos diferentes con propósitos y motivaciones diferentes, que producen resultados distintos y cuyos destinos son también diferentes.
La Palabra de Dios, a través de este salmo da respuesta como conseguir la verdadera felicidad, de acuerdo con la Palabra de Dios y no de acuerdo con las filosofías y pensamientos humanos.
El texto dice que es: “Bienaventurado, feliz. dichoso, pleno, realizado, el varón, la persona que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado. Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche.”
La bienaventuranza, el pleno gozo la dicha de este varón descrito, en este texto, viene como resultado de su relación y devoción con Dios y su Palabra, el texto dice que, en la Palabra de Dios, está su delicia, Y en su Palabra medita de día y de noche. Los consejos, la guía que Dios da a su vida, han hecho de esta persona un hombre sabio y próspero.
La Biblia dice que esta persona “será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará”
“No así los malos, que son como el tamo que arrebata el viento. Por tanto, no se levantarán los malos en el juicio”
Los hombres que han decidido no tomar en cuenta la Palabra de Dios y que han decidido seguir los consejos de filosofías imperantes del mundo sin Dios, no podrán argumentar su filosofía de vida ante el tribunal de Cristo, del porque vivieron como vivieron, no habrá excusa.
La Biblia en el evangelio según San Mateo nos dice: “Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina. Mateo 7: 26-27
Dos fundamentos, dos filosofías de vida dos motivaciones, dos propósitos, dos destinos. Prosperidad y ruina.
La interrogante es: ¿Por cual de estos caminos estoy transitando? ¿Acepto los consejos que me da la Biblia, o sigo consejos de filosofías imperantes, de las distintas plataformas de las redes sociales? .
Pastor: Alejandro H. Cabrera C.