El 6 de octubre de 1842 fue dictada una Ley que le concedió a don José de San Martín el título vitalicio de General de Chile, en reconocimiento a su grande y decisiva participación en la lucha por la Independencia de nuestro país entre los años 1814 y 1820. La ley dispuso que se le pagarían sus sueldos correspondientes, aunque no residiera en este país.
En efecto, San Martín, siendo Gobernador en Mendoza, acogió a los chilenos que con O`Higgins emigraron al vecino país después de la Batalla de Rancagua en 1814. Dos años después, junto a O’Higgins, iniciaron la formación en Rancagua del Ejército Libertador de Los Andes. Ambos encabezaron el traspaso de la Cordillera, venciendo en la Batalla de Chacabuco a las fuerzas realistas, en 1817. El triunfo final lo encabezó San Martín en Maipú, el 5 de Abril de 1818.
Posteriormente, don Bernardo O’Higgins como Director Supremo, creó el Ejército Libertador del Perú, cuyo mando lo confió al General San Martín, quién después de ocupar El Callao y Lima, declaró la Independencia peruana en 1821, que fue ratificada y completada por el Libertador Simón Bolívar.
Recordemos también que San Martín se educó en Europa y que sirvió como militar en el Ejército español, en las distintas guerras, contra los moros, los británicos y los portugueses.
San Martín regresó a Chile y después a Mendoza y Buenos Aires, para marchar más tarde al exilio en Francia. Falleció, en Boulogne-sur-Mer, el 17 de agosto de 1850. Había nacido el 25 de febrero de 1778, en Yapeyú, Reinado del Río de la Plata. Tenía 72 años de edad.
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