Es evidente que el plebiscito por una nueva Constitución ha abierto un nuevo ciclo político y social que marcará las próximas décadas. La rebelión de octubre puso en jaque al mundo político y demandó cambios reales que dieran cuenta de un nuevo pacto social, contra la evidencia de un Chile marcado por las desigualdades y las malas noticias que siempre terminan afectando más a la gente de esfuerzo.
Una nueva Constitución debe dar espacio no solo a las demandas sociales más evidentes, sino que también debe introducir cambios sustantivos a una realidad que sufrimos las regiones, sobre lo que ya hay un consenso general, esto es: menos centralismo y más poder de decisión para las regiones.
Nuestro modelo de gestión territorial del Estado y el Gobierno no concede espacios suficientes a la cocreación de soluciones, ni para procesos de inversión flexibles orientados más a resolver problemas que a cumplir estándares nacionales de gasto, que es lo que ocurre hoy.
Numerosa evidencia empírica y científica apoya la idea de que mientras más cerca de la gente se disponen de dispositivos que solucionen sus problemáticas, estos tienden a ser más certeros y precisos, generando bienestar a menores costos de gestión y en tiempos menores, que a la hora de brindar soluciones, hacen toda la diferencia para las personas.
Por lo mismo, ningún cambio global quedará completo sin que pongamos en la mira la elección de los gobernadores regionales, cuyo primer paso obligado son las primarias legales del próximo 29 de noviembre. En ellas se interpela al propio pueblo para que, por sufragio universal, pueda escoger a quien le represente en la elección de abril, mejorando la representación efectiva y profundizando la democracia en el espacio regional, cuestión que hasta ahora parecía lejana.
Finalmente, desde esta tribuna deseamos invitarle a informarse sobre este proceso abierto, que no solo tiene que ver con más democracia, sino que tiene que ver con un tema absolutamente práctico para todas nuestras comunidades: definir popularmente quién será la persona que, reemplazando la figura del Intendente designado, haga patente la participación y la voluntad de construir de cara a la ciudadanía, una alternativa de gobierno regional que nos impulsará con arrojo al desafío de construir colectivamente una mejor región para vivir.
Fernando Verdugo
Candidato #GobernadorRegional