Con ciudades y un parque automotriz que sigue creciendo, las transmisiones automáticas se vuelven en un gran aliado para los conductores que se mueven por áreas urbanas o de gran congestión, ya que no tienen que estar estresados pasando el cambio a cada momento haciendo el manejo más simple. También se transforman en un aliado para los conductores menos experimentados, que se enfrentan a caminos con subidas y que se ponen nerviosos cuando tienen que partir en una pendiente sin que se les vaya el auto.
“Si bien en su momento las cajas automáticas eran menos preferidas por ser más caras en comparación a un auto mecánico, o porque consumían mucho combustible, con el tiempo esto ha ido cambiando ya que los costos de estas tecnologías se han ido abaratando y son cada vez más eficientes para que el paso de las marchas sea lo más exacto posible”, comenta Christian Scheel, Product & Sales Manager de SAIC Motor, fabricante de MG Motor.
La facilidad de manejo es una de las primeras cosas que se vienen a la mente al pensar en las transmisiones automáticas, ya que solo hay que poner la palanca en D (“Drive”) y el auto se pone marcha. A diferencia de las cajas mecánicas, aquí es el propio vehículo el que va pasando las marchas según la velocidad de las ruedas y necesidades del motor. La única preocupación del conductor en este caso es acelerar o frenar.
Otro de los beneficios de estas cajas es que protegen más al vehículo. “En un auto a combustión, el motor y el embrague están un poco a merced del estilo de conducción de una persona que, por ejemplo, puede abusar del pedal de embrague o andar con el motor pasado de revoluciones”, agrega Scheel. (Fuente: MG Motors)