Soledad Lama
CEO de Comaco y directora de Fundación Desafío 10X
Tras el estallido social y la pandemia del coronavirus, la desigualdad es uno de los temas centrales en la discusión pública. Por esta razón, ESE Business School, Unholster y el Circulo de Directores abordaron este tema en un estudio sobre cómo diferentes actores de la sociedad “perciben” la desigualdad.
Bajo la hipótesis de que la élite chilena está desconectada de la realidad del país, el trabajo -sobre una base de 500 “líderes” y “tomadores de decisión” del sector empresarial, político, intelectual y social, se recogieron las percepciones de más de 200 personas que fueron contrastadas con indicadores reconocidos, validados y de acceso público -muestra que la mayoría de la élite considera que la desigualdad debería ser uno de los temas más importantes a considerar en las políticas públicas de los próximos años.
Pero existe una distancia importante entre percepción y realidad: la élite parece subestimar la brecha entre su propia realidad y la de las personas de nivel socioeconómico medio y bajo.
¿La élite percibe la desigualdad como un tema relevante? La mayoría de los encuestados (65%) cree que la desigualdad debiera estar entre los temas más importantes en los debates de política pública y los problemas a resolver en el país, y el 16% dice que es el tema más importante.
En general, se puede apreciar que la élite chilena tiene una visión “idealizada” respecto de la realidad de las personas que viven en comunas de nivel socioeconómico medio y bajo, siendo la clase media más pobre y frágil de lo que los encuestados perciben.
Estas demandas por mayor equidad, especialmente en los ingresos, movió a un grupo de empresarios a concretar un compromiso libre para reducir esa brecha, que en Chile indica que el sueldo de un gerente general supera en 30 veces al de sus operarios, y que dicho ingreso puede llegar a ser hasta 47 mayor a la remuneración mínima.De este modo nació Desafío 10X, en cuya génesis participó un grupo de Empresas B y miembros del G100, con una invitación voluntaria a las empresas: revisar sus brechas salariales y conversar de este tema con sus trabajadores. De un modo más específico, también busca reducir la diferencia entre sueldos máximos y mínimos a sólo 10 veces y/o acordar un sueldo mínimo de 22 UF bruto.
A un año de su lanzamiento, Desafío 10X ha profundizado su labor y ha permeado en diversos círculos empresariales con una idea fundamental: crear una conversación en este ámbito entre trabajadores y ejecutivos. Y aunque sea imposible modificar la estructura salarial en el contexto actual, el sólo hecho de discutir en conjunto es un paso positivo.
Sabemos que se trata de un esfuerzo significativo. Pero cada paso en esa dirección genera un círculo virtuoso en el bienestar de sus familias, compromiso, lealtad y productividad. Es un pequeño paso, pero necesario para comenzar a cerrar una brecha ineludible.
Aún queda mucho por avanzar, pero creemos que esta es una conversación necesaria como punto de partida para analizar, priorizar y decidir sobre los problemas y desafíos de Chile.