Fernando Ávila F
Verónica es una joven madre que hoy, después de pasar más de 200 días privada de libertad, pudo abrazar a su familia en las afueras del Complejo Penitenciario de Rancagua, lugar donde vivió la angustia de la injusticia, la soledad por la prohibición de visitas en la unidad penal y el temor del contagio.
Los hechos que la llevaron a pasar por esta situación se remontan a febrero de este año, cuando tras reunirse con un hombre, con el que solían visitarse, éste la acusó de haberle robado la billetera, por lo que dio aviso a Carabineros quienes la detuvieron y llevaron al tribunal para formalizarla por robo. Pese a que solo se contaba con la versión de la supuesta víctima, el tribunal de San Vicente ordenó prisión preventiva para Verónica.
El caso lo tomó el Defensor de San Vicente, Franco Vasallo, quien convencido de la inocencia de la mujer solicitó en varias ocasiones la revisión de la medida cautelar, sin embargo, el Tribunal de Garantía no acogió los argumentos y la joven madre pasó más de 8 meses privada de libertad hasta el juicio oral que se realizó esta semana. No es sino ahí cuando la supuesta víctima señaló ante el Tribunal Oral en lo Penal de Rancagua, que había encontrado su billetera el mismo día de la denuncia, bajo la almohada de su cama.
Ante tal declaración, la defensa consultó por qué no había dado esa declaración con anterioridad, a lo que el sujeto respondió que sí se habría acercado a Carabineros donde no consideraron su versión señalando que debía entregar dichos antecedentes ante el Ministerio Público, sin embargo, el fiscal de la causa señala que nunca la supuesta víctima entregó estos antecedentes.
Sin pruebas en su contra y con la versión del sujeto, Verónica fue absuelta por el tribunal oral de Rancagua de todos los cargos, declarándola inocente.