Ricardo Obando.
Si bien es cierto, era muy probable que en estas Primarias 2020 la participación fuera baja, llamó la atención que cruda realidad, considerando que hace un mes fue todo lo contrario.
En ese sentido, y como protagonistas del proceso, los vocales de mesa en San Fernando opinaron respecto a sus sensaciones por encontrarse este domingo en medio de locales prácticamente vacíos y sin electores decididos a emitir su sufragio.
Luis Hernán Cerda, uno de los vocales que fue nominado durante la mañana debido a la falta de éstos en los locales de votación, habló con El Rancagüino respecto a esta labor que tuvo que cumplir sin querer queriendo.
“Fui el primero en llegar a votar en la mañana y me preguntaron si es que podía ser vocal, y dije que sí”, comentó.
Es más, este sanfernandino, pese a que no lo tenía pensado, cumplió con esta labor indicando que “es una experiencia nueva, porque nunca me había tocado de todo el tiempo que llevo votando”.
Junto con ello aseguró que, “es una sensación de hacer lo correcto, es mi deber cívico, y es la única forma que tengo para alegar después o reclamar contra quienes voté”.
Junto con ello, recalcó que le llamó la atención la baja participación, y que se eso se contradice con lo que se vivió hace poco, la necesidad de una mayor participación. “Hace un par de meses atrás estábamos reclamando que no nos tomaban en cuenta, y para mi debiera ser obligatorio el votar, porque es la única forma de que las personas que están en el poder sepan que uno los está presionando por lo que es justo para cada ciudadano”, dijo.
Luis Cerda, en la mesa 59-60-61, estuvo acompañado durante esta jornada por Jenniffer Salas y Cristofer Lazo.
LA PRIMERA VEZ
En el mismo local de votación, eran tres jóvenes los que cumplieron por primera vez con la misión de ser vocales de mesa. Todos, menores de 30 años, vivieron esta experiencia y contaron sus sensaciones.
“Es nuestro deber civil; queda como experiencia, por ser nuestro deber cívico”, fueron parte de los comentarios de Polette Escobedo, Camila Aguayo y Pablo Rivera, de la mesa 62-63-64 de la escuela Jorge Muñoz Silva.
Además, los tres coincidieron en que la baja cantidad de votantes se pudo deber a que “hubo poco aviso, no hubo mucha publicidad”.