La industria minera está cambiando. Qué duda cabe. Hoy es mucho más amigable con el medioambiente que hace 20 años, lo que se advierte en el uso cada vez más eficiente de la energía y los recursos hídricos; en la creciente disminución de los impactos ambientales en las comunidades y en el desarrollo de procesos circulares.
Minera Valle Central lleva 28 años recuperando cobre y molibdeno desde los relaves frescos y antiguos de la División El Teniente, de Codelco; una labor única en el mundo, que la ha posicionado como uno de los grandes referentes de la minería secundaria a nivel nacional y regional. Esa singular experiencia hoy está adquiriendo un enorme valor, no solo por los elementos que se pueden extraer desde los descartes mineros, sino por todo lo que significa para el país avanzar hacia una minería sin relaves.
“Queremos compartir nuestra experiencia y aportar a la sustentabilidad de la minería en Chile. Y queremos hacerlo desde nuestra vereda, que es la minería secundaria. Queremos que nos reconozcan, no solo como productores de la mediana minería, sino también como una empresa que entrega soluciones integrales, sustentables y seguras a la problemática de los relaves”, señala Christian Cáceres, gerente general de MVC.
Con ese propósito la firma decidió renovar su logo, adaptar su modelo de negocios a las nuevas exigencias de la industria minera y cambiar su nombre por el de MVC, soluciones integrales en relaves.
“Hemos perfeccionado tanto nuestros procesos, que hoy nos sentimos preparados para ser parte de toda la cadena de valor, lo que incluye ingeniería, diseño, transporte, recuperación de elementos de interés, operación de sistemas de relaves frescos y los provenientes de extracción desde tranques, etc”, dice Cáceres.
Relaves, los yacimientos del futuro
Los relaves son residuos mineros que, dependiendo de la operación de donde provengan, contienen elementos valiosos con potencial de recuperación. Lo más común en Chile es hablar de relaves con contenidos de cobre, molibdeno, fierro y oro. Sin embargo, en los últimos años se ha descubierto que también contienen otros elementos de valor, como cobalto y tierras raras, muchos de los cuales son críticos para el desarrollo de industrias en crecimiento, como la electrónica, la aeronáutica y la espacial.
Pero eso no es todo. Una vez extraídos los elementos de valor, el material restante del relave puede ser utilizado en otras industrias, como la construcción. En Chile, sin ir más lejos, hay varios proyectos en esa línea.
“Por años, la riqueza de los yacimientos mineros fue tan grande, que nadie se detenía en revisar el valor contenido en los relaves. Pero eso cambió. La caída de las leyes, la mayor dificultad para explotar y la escasez de nuevos yacimientos elevaron los relaves a otra categoría y hoy el mundo entero está mirando con otros ojos el potencial de los volúmenes depositados. Nosotros en MVC lo advertimos hace mucho tiempo”, sostiene Cáceres.
Chile genera anualmente 537 millones de toneladas de relaves. Y por cada millón de tonelada, se estima que hay un valor contenido superior a los US$10 millones. El negocio es indiscutible.
“Tratar relaves no solo es una oportunidad para avanzar hacia una minería de menor impacto, también es una oportunidad para generar recursos, empleo, aportes para el Estado (impuestos), beneficios para las comunidades y progreso. Nosotros lo hemos comprobado en la VI Región, donde hemos generado una industria que hoy emplea a más de mil personas, entre directas e indirectas; materializado inversiones por más de US$350 millones; generado valor compartido con las comunidades y una producción acumulada de 400 mil toneladas de cobre y 11 millones de libras de molibdeno. El próximo paso, ciertamente, es aportar esa experiencia a las otras regiones mineras del país”, sostiene el gerente general de MVC.
Según SERNAGEOMIN, hay más de 16.000 millones de toneladas de relaves dispuestas en la superficie continental de Chile, la que seguirá creciendo en razón de 800 millones de toneladas por año. Lo mejor es que las leyes de cobre de estos relaves tienen un promedio cercano al 0,15% de cobre y la proporción de molibdeno es del orden de 80 PPM, 3% a 5% de fierro magnético, 50 PPM de tierras raras.
“El potencial de los relaves es indiscutible y nosotros sabemos cómo obtenerlo. Hoy estamos entrando en una nueva etapa, con la que buscamos crecer, captar nuevos clientes, hacer ingeniería, diseñar, abrir nuevas operaciones productivas, ser actores relevantes de la minería secundaria”, concluye Cáceres.