Tras 12 años de formación, el padre Luis Riaño Sanabria -Misionero Idente- fue ordenado sacerdote. La ceremonia realizada en Graneros fue presidida por el administrador apostólico de Rancagua, monseñor Juan Ignacio González.
Para el padre Luis este fue “un regalo de Dios”, que descubrió de a poco, pues antes “practicaba un catolicismo más bien de carácter social, donde se va a una misa para los matrimonios o circunstancias especiales y nada más, pero en la universidad tuve la oportunidad de conocer y amar el catolicismo de verdad y encontrarme con la vocación, que –aclara- no estaba buscando. A mí me gustaban las fiestas, tenia novia, era un joven universitario, fuera de casa sin supervisión de sus padres”.
Sin embargo, después de un tiempo en el proceso de conversación, tomó la decisión de seguir el camino del sacerdocio y debió informársela a su familia, y aunque no fue bien recibida en un principio, dijo “si Dios me ha dado esto, me dará la fuerza para continuar y salir adelante”.
De esta forma ingresó a la vida común en una parroquia en Bogotá (Colombia) y continuó sus estudios en la universidad (donde se título como administrador de empresas agropecuarias) y viviendo en la parroquia con los misioneros identes, formándome para ser sacerdote. Es así como realizó sus votos temporales y el curso para la formación eucarística y empezó a visitar enfermos: “Creo que ellos fueron mis principales evangelizadores”.
Posteriormente, estudió la teología y filosofía; y viajó a Chile, donde está desde hace dos años, para apoyar la misión en monasterio Idente, ubicado en Graneros, y donde realizó el ministerio de lectorado, acolitado y el diaconado, que son parte del último proceso de formación antes de recibir el Orden Sacerdotal: “en total fueron aproximadamente 12 años de formación”.
Hoy el padre Luis fue destinado como Vicario Parroquial de las parroquias San Agustín de Hipona y de la parroquia Santo Cura de Ars, ambas de Rancagua.