Por: Ximena Mella Urra – Fotos: Nico Carrasco
Nadie imaginó que este año académico sería tan inusual, en especial para aquellos que cursaron su último curso escolar y no pudieron despedirse como era costumbre, entre abrazos y algarabía. Así lo experimentaron los alumnos de los Cuartos Medios del Colegio Inglés Saint John de Rancagua que recientemente pudieron compartir por última vez en medio de una emotiva ceremonia de licenciatura, realizada por supuesto, bajo estrictos protocolos sanitarios.
“De un día para otro todo se transformó. Muchos dudaron sobre lo que sería este año académico. Tener clases desde la casa no era lo mismo, y eso resentía el entusiasmo inicial. Como equipo docente también tuvimos muchas dudas e incertidumbre, pero había que rearmarse y adecuarse a la nueva forma de vivir. Y rápidamente se generaron planes, programas, se incorporó la mejor tecnología y, ante la adversidad, decidimos seguir adelante”, fueron parte de las palabras de la rectora del establecimiento Ana María Garrido. “Aquí estamos celebrando este final de curso, donde cada uno experimentó distintas vivencias que en un futuro contarán a sus hijos y nietos. Historias, de un grupo de jóvenes que con templanza, compromiso, responsabilidad asumió el desafío en este difícil periodo”, recordó la titular.
Añadió que en medio de esta crisis y con esta nueva forma de vivir, “también han recibido un positivo regalo: que están preparados para afrontar cualquier reto futuro. Ustedes forman una generación de hombres y mujeres inteligentes, autónomos, creativos y libres, con una visión crítica de la realidad, sin temor al esfuerzo que exige el cumplimiento del propio deber y el servicio a los demás”, fue el emotivo mensaje entregado por Ana María Garrido a los nuevos egresados.
En este solemne acto, el establecimiento educativo premió la resiliencia de estos jóvenes estudiantes al ser capaces de afrontar esta adversidad y salir fortalecidos. Es por eso que cada uno de los alumnos recibió una distinción ya sea por su actitud resiliente, por sus logros académicos, por sus talentos artísticos, por sus valores tales como la asistencia y puntualidad, por su actitud social o por el solo hecho de pasar toda su vida escolar en el mismo colegio.
Y como ya es tradición, se hizo entrega de los premios especiales a los mejores de la promoción y a quienes han sobresalido entre sus pares con el Premio Centro General de Padres, Premio Rectoría y Premio Fundadora.
La canción del Adiós y luego los acordes de un armonioso Aleluya se escucharon de fondo para despedir a estos jóvenes estudiantes que comienzan un nuevo futuro, un nuevo viaje lleno de desafíos y sueños tan latentes como el primer día. ¡Felicitaciones a todos ellos!.