Se inicia el debate sobre el “Proyecto de muerte digna y Cuidados Paliativos”, pero la discusión se ensombrece por la mala utilización de los términos y conceptos que circulan en relación a esta, induciendo a una valoración errada sobre la muerte digna, los Cuidados Paliativos y lo que derechamente es la Eutanasia.
La mayoría de las personas que miramos con más o menos cercanía la llegada de la inexorable muerte, le tememos al abandono, el dolor y otros síntomas incontrolables con poca o precaria atención, y por otro lado, también al encarnizamiento terapéutica, ambas situaciones que no dignifican la muerte.
El privilegio de acompañar en el último viaje es la mejor manera de definir la forma en que los profesionales de la salud, vemos el cuidado de la persona cuando la muerte es un hecho anunciado, con la certeza que el ser humano puede vivir hasta el final con un adecuado control de síntomas, con esperanza y dándole sentido a sus últimos días de vida. Otorgar cuidados de manera integral, humanizada y compasiva, es la respuesta concreta que brindan los Cuidados Paliativos, que en ninguna de sus definiciones incluye a la Eutanasia.
Se argumenta que la ley actual “obliga a los pacientes a sufrir”, por ello hay que provocarles la muerte, sin embargo, considero que lo urgente es legislar para contar con una ley de Cuidados Paliativos Universales en Chile, que pueda otorgar cuidados humanizados y de calidad, que permita de verdad darle a la muerte la dignidad que merece. La Eutanasia, no será nunca Cuidado Paliativo.
Académica Escuela de Enfermería
Universidad de los Andes