Es un hecho que la pandemia del COVID-19 ha cambiado muchos aspectos de la vida diaria de las personas. Con la llegada de esta crisis sanitaria, las cosas que solían ser comunes se ven muy diferentes ahora, incluido el automóvil. Este cambio en los hábitos enfocados hacia el automóvil, no solo tiene que ver en la movilidad, sino también en las intenciones de compra futuras.
Según un estudio de Volvo Car USA y The Harris Poll realizado en Estados Unidos, la mayoría de encuestados espera seguir usando más vehículos particulares, mientras que un porcentaje similar dice que planea usar menos transporte público (50%) y servicios de transporte compartido (47%). Dos tercios (65%) de los menores de 40 años han comprado o están considerando comprar un automóvil debido a la pandemia.
Asimismo, los conductores también son más propensos a buscar marcas de vehículos que sean confiables (84%) y conocidas por su seguridad (81%) durante este tiempo, mientras se alejan de comprar autos “llamativos”, ya que el 67% cita que no es de buen gusto en la situación económica actual.
Si bien el viaje diario al trabajo fue una vez una fuente de estrés para los conductores, los mandatos de quedarse en casa y los períodos prolongados de trabajo desde casa han cambiado esta dinámica. Ahora, los automóviles están cumpliendo funciones nuevas y diferentes para los estadounidenses, y casi ocho de cada 10 incluso los llaman “salvavidas” durante la pandemia (78%). Además, los estadounidenses confían en sus automóviles como un “escape” del peso de lo que ha sido un año difícil, pero lo están haciendo de diversas maneras. El 63% informa que conducir les ayuda a aliviar el estrés, incluidos tres de cada cuatro millennials (75%). Más de la mitad de los nuevos padres (55%) han usado su automóvil como una “zona para estar solos”.
Finalmente, la mitad de los conductores (46%) dicen que usan una máscara al volante, incluida la mayoría de los hombres (51%) y la Generación Z (59%).
Después de ver las estadísticas y compararlas con lo que se aprecia en Chile cuando vamos al volante, se podría decir que muchas características se van reflejando también en otros países. Muchos han buscado en los autos un lugar para escapar de los encierros, pero por otro lado, también existe un sector que al verse presionado por las medidas sanitarias y el estrés propio del encierro, han volcado estas frustraciones en su conducta al volante, por lo que los tacos, las maniobras agresivas y los bocinazos también se han hecho más presentes. (Fuente: Autocosmos-Cavem)