Ximena Mella Urra
Fotos: Nico Carrasco
Si bien algunos emprendedores y pymes debieron cerrar por la pandemia del Covid 19, independiente del rubro al cual se dediquen, otros sí lograron salir a flote y revivir ante la crisis sanitaria, la cual y sin lugar a dudas fue un agravante de la situación que ya venía mal para muchos desde la crisis social del año pasado.
En noviembre pasado, la región de O’Higgins pasó a Fase 3 del Plan Paso a Paso que entrega el protocolo a seguir ante la contingencia del coronavirus. Desde el principio, uno de los sectores más alicaídos era el gastronómico, pero con el avance en las medidas sanitarias, muchos locales pudieron volver a funcionar a “media máquina”, por así decirlo, en la atención de público. Con ello apareció también el concepto de “terrazas” donde estos lugares han podido atender a su clientela y seguir haciendo lo que saben hacer: encantar los paladares de sus comensales.
En la voz del barrio gastronómico de Rancagua conversamos con su vocera, Claudia Mujica, quien es dueña también del Emporio 18 en el centro de la ciudad. “La vuelta fue con mucha incertidumbre porque no sabíamos a qué nos enfrentaríamos. Pero se vio mucha normalidad dentro de todo. A pesar de las restricciones la gente hacía su vida normal y las ventas en mi negocio aumentaron”, especificó desde su propia experiencia y añadió que hubo muchas fiscalizaciones y recomendaciones desde la seremi de Salud.
A lo anterior agregó que como pymes son muchas las dificultades que deben sortear, ya sean pagos de arriendo, sueldos, imposiciones, etcétera. “Muchos presentan deudas desde el periodo del estallido social o debieron cerrar sus locales por el tema de la pandemia. Otros lograron recibir las ayudas del Gobierno lo que les permitió empezar nuevamente para estos meses que han sido fuertes”, según Mujica. En cuanto al resto de los locales, sabe que han estado un poco complicados, “pero he hablado con algunos colegas y sé que sus ventas por plataformas de ventas por Delivery se han disparado considerablemente. También se han debido reinventar con otras actividades aparte de la atención al público”, comentó.
Ante los meses que quedan de verano, cree que el apoyo del municipio local para la apertura de “terrazas” ha sido crucial ya que estas son uno de los requisitos del Ministerio de Salud para atender al público. “Hay cierta incertidumbre para los meses que vienen. Se dice que la gente no va a salir mucho de vacaciones por la pandemia. Estamos a la espera, pero muchos colegas han visto en el uso de las terrazas, una opción para poder incrementar sus ventas y empezar a salvarse. Si la gente no sale vamos a poder potenciar estos lugares y a la ciudad. Sin embargo, si nos devuelven a fase 2 seguiríamos funcionando solo con las terrazas pero igual sería crítico para muchos. Los locales gastronómicos van a seguir funcionando, tienen todas las ganas y el empeño pero todo depende de lo que pase con el tema de los contagios”, concluyó.
OPCIONES EN EL CENTRO
Uno de los nuevos espacios en la urbe es el Magari, en calle Campos, cuya administradora, Cini Huang, comentó a #DiarioElRancagüino que una de las mayores dificultades que han debido enfrentar ha sido resistir económicamente el cierre de los primeros meses debido a la cuarentena obligatoria y también en los meses posteriores en Fase 2, donde tampoco podían atender público. Cabe mencionar que este restaurante abrió sus puertas en septiembre del año pasado, solo un mes antes del estallido social.
“Pese a cerrar en marzo, mantuvimos el Delivery y retiro en local lo cual fue muy bien recibido, especialmente por redes sociales donde mucha gente nos conoció y pudo visitarnos finalmente en estos meses. Nosotros mantuvimos todo nuestro personal y se pactó suspensión de relación laboral con algunos para evitar despido. Pero todo valió la pena, ya que ahora volvimos con todo el equipo y el clima laboral que tenemos es uno de los aspectos que más nos enorgullece como equipo, para poder salir adelante”, argumentó.
Agregó que al volver a abrir, la afluencia de personas al local aumentó, “se notaba que la gente quería salir, que estaba aburrida y que quería comer algo rico. Por eso estos dos meses han sido bastante buenos y esperamos que en los dos meses que siguen siga así, antes que nos vuelvan a encerrar”, resumió su administradora.
Es por eso que en lo referente al cumplimiento de las normas sanitarias, Huang aseguró que se prepararon “muy bien para la vuelta a la atención con todos los protocolos de Covid muy bien implementados. Las señaléticas fueron todas colocadas donde se debe y el personal fue debidamente capacitado. Por suerte, tuvimos buena recepción de parte de los clientes con todos los protocolos y hasta ahora se han respetado bien todos los pasos a seguir. De hecho, muchos clientes nos han felicitado por nuestros protocolos indicando que han ido a otros restaurantes que no los tienen implementados, tales como carta digital, toma de temperatura, registro de trazabilidad, entre otros”.
Cerca de ahí se encuentra una alternativa limeña que también partió hace un par de años.
Alexis Díaz Pérez, administrador de “Puerto Peruano”, nos dijo que al igual que sus pares, se están recuperando de todas las pérdidas económicas y materiales que sufrieron durante los meses anteriores. “Nosotros no estábamos preparados para la afluencia de público. Pensamos que se incrementaría un poco. Pero con grata sorpresa la realidad fue otra. Hubo bastante afluencia de público”.
Para Díaz, las dificultades que más le pesan a este local es la falta de personal especializado en el rubro gastronómico, especialmente para este tipo de local de comida internacional, ya que muchos han regresado a su país de origen producto de la pandemia. “Pese a ello nos estamos recuperando, aunque vislumbró un poco incierto por el rebrote del virus y el retroceso en las fases de algunas comunas. Si no nos cuidamos, estaremos volviendo a una cuarentena que ahora sí nos afectaría mucho, realmente”, señaló.
Muchas personas y comensales exigentes frecuentan estos lugares y muchos tienen sus opciones favoritas. Así sucede con los clientes de Barrio Gamero. Oliver Gajardo, uno de los socios y encargados del local, ve con gran esperanza el poder seguir trabajando, “de la forma más correcta” para poder seguir funcionando en los meses que quedan de verano. “Sin lugar a dudas que la cooperación del público es primordial en esto y creemos que colaborando entre todos, podremos permanecer abiertos mucho tiempo”, recalcó. “La fragilidad de la situación de la pandemia nos convoca a ser criteriosos a la hora de trabajar, respetar los protocolos de seguridad y tratar de darle a nuestro público toda la seguridad al momento de visitarnos”.
Luego de meses de inactividad como todos sus pares, para los responsables de Barrio Gamero, volver a funcionar “es sin duda un regalo en estos tiempos”. Por eso para Oliver y su equipo, les preocupa el tiempo que esta apertura va a durar, “es esa incertidumbre la que nos hace pensar en que de un día para otro podríamos volver a cerrar nuestras puertas. Sortear esta situación creo que es el mayor desafío que vislumbro hoy”.
FISCALIZACIÓN
Según el Protocolo de Manejo y Prevención ante el Covid 19 en restaurantes, cafés y otros establecimientos análogos, que estableció la autoridad en el Plan Paso a Paso, las medidas de prevención obligatorias son claras, de acuerdo a la etapa en la que se encuentre su comuna.
En el caso de nuestra región, que está en Fase 3, estos locales pueden atender tanto en espacios abiertos (sin techo o con más del 50% de su perímetro sin muros) como cerrados. En el primer caso pueden tener aforo máximo del 25% de su capacidad o guardando una distancia mínima de dos metros lineales entre mesas. En cambio en lugares que están cerrados, el protocolo es claro pidiendo un máximo del 25% de su capacidad local en aforo, distancia mínima de dos metros entre mesas, estadía máxima de dos horas para poder sanitizar el lugar por al menos 15 minutos, pero por sobre todo debe contar con la ventilación adecuada y permanente. Esto es, una ventana o puerta que permita la entrada de aire y luz del exterior, de un tamaño mínimo del 4% de toda el área utilizada por los usuarios. Asimismo, las puertas y ventanas utilizadas para ventilar naturalmente, deberán permanecer abiertas y libres de obstrucciones durante todo el funcionamiento de dicho lugar. Así lo explicó a nuestro medio, Bárbara Rosas, jefa de la Unidad de Inocuidad de Alimentos y Zoonosis Departamento de Acción Sanitaria de la SEREMI de Salud O’Higgins.
“La fiscalización de los restaurantes se rige en particular por el artículo 64 ter de la Resolución Exenta N° 591 publicada en fecha 25/07/20, la cual ha sido modificada permanentemente. Sin perjuicio de lo anterior, en lo general, en estas instalaciones también se debe fiscalizar el uso de obligatorio de mascarillas para todas las personas en espacios cerrados y en la vía pública, con excepción de aquellos lugares habilitados para el consumo de alimentos; el distanciamiento físico mínimo de un metro lineal en las filas que eventualmente se formen en el exterior de estos locales; cumplir con las medidas de limpieza y desinfección especialmente de las mesas, sillas, baños, etc., y cumplir con las condiciones de información al público sobre el aforo, la que recuerde el distanciamiento físico mínimo de 1 metro lineal y señalética que indique las obligaciones y recomendaciones generales de autocuidado para las personas”, comunicó la especialista.
Finalmente y de acuerdo a las cifras entregadas por la jefa de esta unidad de Inocuidad Alimentaria, desde que se realizó cambio a Fase 3, se han realizado 142 fiscalizaciones a restaurantes, cafés y análogos, iniciándose con ello un total de 8 sumarios sanitarios, debido a causales como no informar el aforo al ingreso del local, no respetar el distanciamiento entre mesas, la falta de señalización de autocuidado al interior del local, consumo de alimentos al interior del local en fase que lo prohibía, existencia de filas al exterior del local sin respetar distanciamiento o por falta de protocolo de limpieza y desinfección.