El oriundo de Cuenca, y uno de los deportistas destacados de la comuna de Malloa, Nicolás Vargas, levantó la copa de campeón de la Primera B con Ñublense de Chillán.
El ex O’Higgins, integrante de plantel que levantó la primera estrella con los celestes en 2013 de la mano de Eduardo Berizzo, lideró como capitán a los “Diablo Rojos”, tras arribar la temporada 2018 al equipo que dirige Jaime García.
Con 27 años, ese joven zaguero que despuntó de la mano del “Toto” y que fue clave en ese título, dio una vuelta larga para volver a rendir. Después del “Capo” pasó por Audax y Coquimbo. Tras vestir la camiseta pirata estuvo sin jugar y se reencontró consigo mismo y con el fútbol en el amateurismo, defendiendo a uno de los clubes más tradicionales y de mayor convocatoria en el valle de Cachapoal: Cóndor de Pichidegua.
“Estuve un año sin jugar y por momentos se me pasó por la cabeza no volver al fútbol”, dijo al CDF. Es más, recordó que “hubo un momento que un club de barrio me llamó para que fuera a jugar. Me impregnaron su amor por el fútbol. Esto es en gran parte por ellos. Les mando un beso enorme a todos los del Cóndor de Pichidegua. Ellos me hicieron creer en volver a reencantarme con el fútbol”, dijo emocionado por conseguir este logro que lo traerá de vuelta a Primera División y nada más y nada menos que como capitán del monarca de la B.