– Requerirán solo «el sacerdocio real recibido en el Bautismo» pues «son esencialmente distintos del sacramento del Orden»
En una reforma de los «ministerios laicales», el Papa Francisco modificó el Código de Derecho Canónico para admitir a las mujeres a los ministerios de lectorado y acolitado, realzando el valor del «sacerdocio real recibido en el Bautismo», que poseen todos los fieles con independencia de su sexo.
El Santo Padre firmó la carta apostólica «El Espíritu del Señor» el domingo, 10 de enero, en la festividad del Bautismo de Jesús, para subrayar la relación de los ministerios laicales con el bautismo.
El cambio en el canon (artículo) 230 del Código de Derecho Canónico consiste en eliminar la segunda palabra, que era «varones», por lo que ahora queda: «Los laicos que tengan la edad y condiciones determinadas por decreto de la Conferencia Episcopal, pueden ser llamados para el ministerio estable de lector y acólito, mediante el rito litúrgico prescrito; sin embargo, la colación de esos ministerios no les da derecho a ser sustentados o remunerados por la Iglesia».
Algunas de sus funciones, según el mismo canon, consisten en «ejercitar el ministerio de la palabra, presidir las oraciones litúrgicas, administrar el bautismo y dar la sagrada Comunión, según las prescripciones del derecho».
Modificado el rito del Miércoles de Ceniza en tiempo de pandemia
- La Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos ha publicado una nota en la que explica la modificación del rito del Miércoles de Ceniza, adaptándose a las medidas de seguridad sanitarias establecidas en este tiempo de pandemia.
Para poder respetar las medidas sanitarias de seguridad y evitar el contagio del COVID-19, la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos ha modificado el rito del Miércoles de Ceniza adaptándose a este tiempo de pandemia.
La congregación ha dispuesto que “pronunciada la oración de bendición de las cenizas y después de asperjarlas, sin decir nada, con el agua bendita, el sacerdote se dirigirá a los presentes, diciendo una sola vez y para todos los fieles, la fórmula del Misal Romano: «Convertíos y creed en el Evangelio», o bien: «Acuérdate de que eres polvo y al polvo volverás».
Después, el sacerdote se limpiará las manos y se pondrá la mascarilla para proteger la nariz y la boca. Posteriormente, impondrá la ceniza a cuantos se acercan a él o, si es oportuno, se acercará a los fieles que estén de pie, permaneciendo en su lugar. Asimismo, el sacerdote tomará la ceniza y la dejará caer sobre la cabeza de cada uno, sin decir nada”.
La nota fue firmada en la sede de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, el 12 de enero de 2021 por el cardenal Robert Sarah, prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos desde 2014 y Monseñor Arthur Roche, Arzobispo Secretario.
Congregación para la Doctrina de la fe se refiere a vacunas contra Covid 19
- Con esta comunicación se pretende “reflexionar sobre el aspecto moral del uso de aquellas vacunas contra la Covid-19 que se han desarrollado con líneas celulares procedentes de tejidos obtenidos de dos fetos abortados no espontáneamente”.
Para aclarar algunos puntos referido a la moralidad del uso de las vacunas producidas, la Congregación para la Doctrina de la Fe ha entregado una declaración sobre las vacunas contra el Covid 19. Ha señalado que “han llegado a esta Congregación varias peticiones de una opinión sobre el uso de algunas vacunas contra el virus SARS-CoV-2, causante de la Covid-19, desarrolladas recurriendo, en el proceso de investigación y producción, a líneas celulares que provienen de tejidos obtenidos de dos abortos ocurridos en el siglo pasado”.
La declaración señala que se pretende “reflexionar sobre el aspecto moral del uso de aquellas vacunas contra la Covid-19 que se han desarrollado con líneas celulares procedentes de tejidos obtenidos de dos fetos abortados no espontáneamente”. En la misiva se indica que “pueden utilizarse todas las vacunas reconocidas como clínicamente seguras y eficaces con conciencia cierta que el recurso a tales vacunas no significa una cooperación formal con el aborto del que se obtuvieron las células con las que las vacunas han sido producidas”. Le invitamos a leer el texto de la declaración en www.obispadoderancagua.cl