El próximo 31 de enero de 2021, la hermana Marisol Pérez Huerta, religiosa de la Inmaculada Concepción de Nuestra Señora de Lourdes, dejará sus responsabilidades, asumidas durante estos casi dos años -desde el 22 de marzo de 2019 a la fecha- de permanencia en la Diócesis de Rancagua, para asumir nuevos desafíos en Buenos Aires, Argentina, hasta donde ha sido trasladada a un colegio de la Congregación.
La hermana Marisol, es oriunda de Lo Miranda, donde se crió y desarrolló su vida pastoral al alero de la parroquia Asunción de María de esa localidad. En nuestra diócesis asumió la responsabilidad como delegada episcopal de la pastoral diocesana juvenil, colaboró en la parroquia San Francisco de Asís de Rancagua, en el Colegio San Nicolás de Bari como docente de religión, en la pastoral de salud del Hospital Regional de Rancagua y en todo lo que pudo ayudar. Hoy deja su tierra para seguir sirviendo al otro lado de la cordillera.
El sábado 9 de enero, el padre Arul Dhas, párroco de la Parroquia San Francisco de Asís de Rancagua celebró una misa de despedida y agradecimiento por su aporte a esta comunidad. El fin de semana recién pasado, fueron los jóvenes de la Pastoral diocesana, quienes durante la jornada de evaluación 2020, en la localidad de Cunaco, agradecieron su trabajo, el cual siempre estuvo marcado por una “escucha activa”, por creer que los jóvenes son los “protagonistas”. Gracias hermana Marisol por su entrega a nuestra diócesis!