Por: Marco Lara, Patricio Miranda / Fotos: Marco Lara
Fue en 1914 cuando, con motivo de la conmemoración de los 100 años del Desastre de Rancagua, se fundó el barrio o población Centenario.
Así al menos lo registran documentos de la Seremi de Vivienda y Urbanismo de O’Higgins, donde se hace pequeño repaso de la historia del sector. Considerado un barrio histórico, al lugar llegaron primero familias del norte de Chile, que venían escapando de los cierres de las salitreras y compraron terrenos a una de origen yugoslavo que loteó el sector.
De ahí en adelante, el auge minero también aporto más vecinos a la Centenario y la llegada de Francisco Butrón y la construcción del “castillo” que lleva el apellido de la familia, se convirtieron en íconos característicos de la población. Desde supuestos pactos con el diablo hasta un árbol que se quemaba solo y personas colgadas en la propiedad, el Castillo Butrón, hoy propiedad de la Municipalidad de Rancagua, es parte de la identidad del barrio.
“Es un barrio emblemático”, comenta Evaristo Gaete, presidente de la Junta de Vecinos El Esfuerzo del barrio Centenario. “Los vecinos son muy amigables, como es un barrio antiguo, han pasado muchas generaciones entonces todos se conocen”, añade.
El Castillo Butrón es uno de los íconos del barrio. Mitos e historias que van desde un pacto con el diablo hasta personas que aparecían colgadas en su interior, lo han dotado de un misticismo especial para los vecinos. Hoy, el inmueble es propiedad de la Municipalidad de Rancagua.
En noviembre pasado, la parroquia Madre de la Divina Providencia reabrió sus puertas a la comunidad, tras haber permanecido cerrada por más de 10 años debido a daños estructurales producto del terremoto de 2010 y complicaciones como la quiebra de la empresa constructora.
En la remodelación del templo, se incluyó un mural con personajes y características propias del barrio Centenario.
En algunas cuadras el tiempo parece haberse detenido. Según el presidente de la Junta de Vecinos El Esfuerzo del barrio Centenario, un 70% de las casas del sector son de adobe.
Evaristo Gaete, presidente de la Junta de Vecinos El Esfuerzo del barrio Centenario.
Josefina Orellana se levanta cada día para atender el almacén Claus (ex “Don Willy”), establecimiento con más de 50 años en el barrio.
José Ávila, de 71 años y dueño de un taller mecánico, llegó en sus veinte a vivir a la población Centenario. “Cuando las calles eran de tierra”, recuerda.
Una de las problemáticas del sector, señalan algunos vecinos, es que la calle La Cruz se ha transformado en un basural.