A una semana de que debiese comenzar el año escolar aún el debate está abierto, pero todo indica que el zoom seguirá por un tiempo reinando en el ámbito de la enseñanza, cabe señalar que este debate no sólo se está dando en nuestro país sino que es una discusión abierta a nivel global. En Estados Unidos se convirtió en tema de campaña electoral, mientras que Corea también se dividió entre quienes querían retorno a clases y aquellos que no. Chile no ha sido ajeno a esta discusión. El Ministerio de Educación promueve el retorno, el gremio de profesores se opone, mientras en las discusiones familiares debaten ambas opciones.
Pero esta discusión debe ser mucho más profunda, es evidente que estamos en una era digital, donde la pandemia vino a acelerar muchos procesos de digitalización que seguramente se darían en año pero ahora se dieron en meses, desde ventas en internet a nosotros mismos como medio que hemos visto una explosivo crecimiento de nuestro papel digital, una difusión de ciento de miles de ejemplares por WhatsApp y un gran crecimiento de nuestras redes sociales.
Pero también este crecimiento fue sorpresivo, y con la llegada de la pandemia es que gran parte de los colegios no estaban preparados para el cambio intempestivo de la enseñanza presencial a la virtual. En segundo término, muchos profesores, no ha logrado incorporar de manera natural y eficaz las tecnologías de la información en sus clases. En tercer lugar, es innegable que las finanzas de muchas instituciones, sobre todo particulares subvencionadas, han entrado en crisis debido a la caída vertical de sus ingresos.
Lo mismo ha ocurrido con actividades económicas asociadas a este sector, como el transporte escolar, servicios de alimentación, las editoriales y otros rubros demandados por los estudiantes.
Pero lo que es más preocupante, es que quedó muy claro que muchos colegios no tenían la suficiente infraestructura, capital humano ni herramientas tecnológicas para activar las plataformas digitales que permitan una educación virtual eficiente y de calidad.
Como recurso de emergencia la educación a distancia en 2020 sirvió y mucho, pero ante un nuevo año que seguramente al menos necesitará una educación mixta se hace evidente problemas de infraestructura y de falta de computadores, donde niños de menores recursos terminan aprendiendo menos y rezagándose.
En este sentido muy interesante fue una experiencia que se realizó en noviembre y diciembre del año pasado en algunos colegios, donde menores que no tenían como conectarse asisitan (manteniendo los aforos y distancias) al colegio para asistir desde el establecimiento a clases virtuales acompañados por monitores, una experiencia digna de repetir. Así, son muchos los países que, conscientes de esta realidad, han decidido mantener abiertos los colegios, siguiendo pautas básicas de bioseguridad que no pasan necesariamente por cuantiosas inversiones en infraestructura.
Luis Fernando González Vallejos
Sub Director