Es el segundo rancagüino que, en esta temporada 2021, suma minutos en el voleibol europeo. Junto a su hermano, Rafael, Sebastián Albornoz Rafusta (28) es integrante del plantel del Arona Intersport de la segunda categoría profesional de España.
“Seba”, como le conocen sus más cercanos, fue por muchos años seleccionado chileno de la especialidad, incluso llegando a jugar en la competitiva liga argentina. Pero, en 2019, una lesión lo complicó alejándolo casi dos años de las canchas. Hoy, ya recuperado, está volviendo a tomar ritmo en un elenco donde milita un tercer chileno: Tomás Parraguirre.
Desde esas tierras, Sebastián contó su experiencia en tierras del viejo continente, además lo hizo como una forma de motivar a los especialistas rancagüinos que, afectados por la pandemia, han visto muy pocos partidos desde hace un año debido a los restrictivos aforos y protocolos por culpa del coronavirus.
¿Cómo ha sido volver al ritmo competitivo después de superar una larga lesión?
“Ha sido bastante complicado, me operé la cadera en septiembre de 2019 y estuve como un año y siete meses, por el tema de la recuperación y la pandemia, sin tocar una pelota de voley. Hice preparación física, pero no es lo mismo. Estar sin saltar, aceleraciones, cambios de ritmo. Ha sido entretenido y complicado a la vez ponerme a prueba en cada entrenamiento, de a poco poniéndome físicamente, no cargar tanto el cuerpo porque uno se conoce, agarrar ritmo competitivo y ser un aporte para el equipo, que es lo principal”.
Hace unos años atrás cuando jugabas campeonatos escolares en el Instituto O’Higgins, ¿Pensaste en algún momento militar en un equipo extranjero y hacerlo junto a tu hermano menor?
“Cuando jugaba en el colegio, era utópico pensar que alguien pudiera estar jugando afuera, en Sudamérica o Europa. Lo único que aspiraba era algún día jugar por la Selección, vestir la camiseta de Chile. Era lo único que tenía en mente y estaba cercano. Llegar a una liga extranjera era muy difícil, ni siquiera lo había pensando. Con mi hermano jugamos en Argentina dos o tres partidos en contra, pero estar en el mismo equipo no lo había imaginado. Nos conocemos bastante, nos llevamos bien, nos complementamos bien. Así que estoy contento de esta oportunidad, vivir esta primera experiencia en Europa juntos”.
¿Cómo han podido compatibilizar estudios y/o trabajo con tu hermano en esta aventura en España?
“De hecho no podría estar acá sino fuera que la pandemia trajo la educación Online y me ha permitido eso. Partí la semana pasada con clases. Pero, solo por ésto. Si fuera presencial, estaría en Chile estudiando. También, en el verano, trabajé en el Conservador de Bienes Raíces y cuando se dio la oportunidad hablé con mi jefe, me dijo que fuera, que disfrutara esta oportunidad. Duré poco en el trabajo, renuncié y me vine”.
Después de haber jugado en Argentina hace un par de años, ¿Qué comparación surge con el nivel de la Liga Española, en términos de ritmo y velocidad?
“El nivel de la Liga Argentina es muy bueno, se juega rápido, es muy técnico. Se juega con mucha defensa, contragolpe. Es esos términos, es bastante parecido, acá son jugadores mucho más altos, hay muy buen nivel acá y en términos de ritmo y velocidad son bastante perecidos”.
¿Cómo ves el nivel futuro de la selección masculina, teniendo a tantos jugadores militando en ligas en el mundo?
“Lo veo muy bien, se ha cambiado la mentalidad de que los jugadores pueden salir a jugar al extranjero, que tienen buen nivel para las grandes ligas en torneos importantes. Ojalá, en un futuro no muy lejano, haya mucho jugadores en el extranjero y con ganas de estar aportando al voley chileno”.
¿Aspiras a volver a vestir la camiseta de la selección chilena? Eso teniendo a Banda y Villarreal en tú posición y jugando en ligas competitivas.
“Matute y Esteban están a muy bien nivel, el primero en Primera División de Portugal y el segundo acá en España, también en Primera. Hay que seguir entrenando, motivado, seguir dando lo mejor en cada entrenamiento y partido que me toque jugar. Y sí, es un sueño volver a la Selección, pero estoy consciente que no es mi decisión, el que las toma es Daniel (Nejamkin), el entrenador, pero uno siempre trabaja para estar en lo más alto. Con ellos, está bien resguardado el puesto. Estoy tranquilo y haciendo acá lo que me gusta, jugando y entrenando”.
Con tu experiencia internacional, ¿Ves posible mejorar la gestión de la Federación y de los clubes para posicionar una liga profesional en Chile?
“Es necesario tener una liga competitiva en Chile, para mantener una competencia constante, que se esté jugando todo el año. Se juega la liga universitaria, la liga nacional dura dos meses, y para mi es necesario que se siga jugando, que surjan más jugadores. Es necesario el aporte de privados para que se juegue una liga larga, hay que empezar a pagar por jugar, en Chile jugamos casi todos gratis, pero creo que es necesario generar un cambio y de una vez por todas posicionar una liga y que el nivel del voley chileno siga mejorando”.

