El 21 de marzo de 2020, las autoridades del país confirmaban el primer fallecido producto del coronavirus y después de más de dos semanas de haber anunciado el caso N°1 en territorio nacional. Se trataba de una mujer de 82 años de la comuna de Renca que presentaba patologías base. A más de un año de comenzada esta crisis sanitaria, ya no solo están muriendo adultos mayores, también personas más jóvenes producto de una mayor gravedad en su condición, como fue la reciente partida del doctor de Chimbarongo, Francisco Briceño a sus 31 años de edad.
Muchos pensamos que esta especie de “déjà vu” que estamos viviendo, en una nueva ola, igual o peor que en 2020, nos está matando nuevamente. El subsecretario de Redes Asistenciales, Alberto Dougnac, lo admitía este sábado. Este primer trimestre de 2021, el Covid-19 es la principal causa de muerte en el país. Sin embargo, sostuvo que al agrupar todas las enfermedades, sería la tercera causa de muerte. Una cuestión de interpretación. La verdad va más allá que esto, más allá de un número el cual supera las 22 mil muertes confirmadas por el virus. Se están muriendo chilenos y chilenas diariamente. Pese a que llevamos más de un año enseñando sobre los cuidados que debemos tener, los casos siguen aumentando a cifras récord. Es por eso que la clave está en la responsabilidad de cada uno, la que influye en la vida y futuro de cada otro.
Además, nuestra salud mental está por el suelo, lo que es más grave al interior de familias que han perdido a uno o más seres queridos. Por eso, conversar sobre nuestros muertos y muertas es una forma de honrarlos, recordarlos y perpetuarlos ante un deceso que se produce en silencio, en soledad y sin nuestros cultos cotidianos que nos permiten desprendernos de ellos.
Este espacio tómelo como un recordatorio de todos aquellos que se han ido por un virus desgraciado que vino a movernos el piso al igual que un gran cataclismo. Estamos acostumbrados a los terremotos, es verdad, pero no a un desastre sanitario que no habíamos visto hace casi siglo atrás. Por ellos, por ellas, por el personal de Salud que se ha muerto luchando por otros, haga un breve #MinutoDeSilencio, desde su intimidad y reflexione. Siga cuidándose y quédese en casa.
Ximena Mella Urra
Editora de Turno