Patricio Henríquez, un candidato con vocación social, asegura sentirse muy cómodo en su cargo dentro del Concejo Municipal. El servicio social, el estar vinculado y en contacto día a día con los vecinos de Rancagua, escuchar inquietudes y tener la oportunidad de aportar a mejorar su calidad de vida, y el de toda una ciudad, es para él una importante y gran labor que lo llena de gratitud. Conversamos con el candidato para evaluar sus primeros cuatro años de gestión en el municipio rancagüino.
-¿Qué hace realmente un concejal, y por qué cree ser un verdadero aporte para esta ciudad?
La labor de un concejal no se trata solo de escuchar a la ciudadanía, o hacer un programa para mejorar la ciudad, lo hago y me gusta hacerlo, pero no está dentro de sus competencias. Nosotros debemos fiscalizar la labor del alcalde de turno, y ese ha sido mi verdadero aporte dentro de estos cuatro años, porque es lo que me mandata la ley. Si tuviera que hacer un resumen de mi labor siento que fui un concejal absolutamente rentable para la ciudad porque ayude a recuperar muchísimos dineros que tras mis denuncias debieron retornar al municipio. Estoy seguro de que al haber tenido el apoyo necesario hace mucho tiempo hubiésemos presentado contra el alcalde una denuncia por notable abandono de deberes.
Me toco un periodo muy difícil y complejo, donde se destapaban irregularidades constantemente y como a mí me gusta hacer la pega, termine tomando un potente rol fiscalizador en materia de proyectos municipales. A semanas de asumir mi cargo, me encontré con tremendas irregularidades, como lo fue el Teatro Regional, donde gestione la denuncia pertinente. También con la Corporación de Deportes, la contraloría me dio la razón obligando a un concesionario a devolver dineros que el municipio no estaba cobrando; el fallido Festival de la Cumbre, donde perdimos cerca de 50 millones de pesos. Lo grave en esa ocasión, es el informe de Contraloría donde confirma una “Falta a la probidad administrativa y utilización de recursos para fines personales y políticos”, del alcalde, con dinero de todos nuestros vecinos. El famoso logo de Rancagua, irregularidades con una docente de un colegio municipal, la Corporación de Desarrollo e Innovación por el aumento explosivo de sueldo de dos directores, al Concejo Municipal el caso de casinos que proliferan en la ciudad y funcionan sin patente comercial, también el caso del paseo Estado, donde se adjudicó el contrato a una empresa de Iquique y luego abandonó las obras, y finalmente hoy hay una empresa subcontratista que está retomando los trabajos pero solo con fines absolutamente electorales. Estos trabajos no han sido autorizados por las unidades técnicas del municipio, son irregulares. Y así, diversas denuncias las cuales muchas veces son recibidas y acogidas por la Contraloría, como otras que solo quedan en el Concejo Municipal. Lo importante es que debemos ser precavidos, leer y verificar la información que se nos brinda y buscar las facultades más idóneas para el mejoramiento y crecimiento de nuestra ciudad.
-Entonces, su labor se ha caracterizado por las fiscalizaciones y sobre todo por concretar denuncias….
Así lo creo, al plasmarlo en un papel, realmente me sorprendí al notar que mi trabajo ha servido para controlar los dineros fiscales, las denuncias presentadas en Contraloría fueron ganadas, finalmente los hechos me dan la razón, por eso me siento satisfecho, y con ganas de seguir mejorando y aportando para que los recursos de los rancagüinos sean bien administrados, y no perdidos.
Toda mi vida he estado ligado a trabajar con organizaciones sociales, comités de viviendas con juntas de vecinos, temas de discapacidad, deporte y temas animalistas. Por eso quiero y espero ser un aporte para todos ellos. Así ha sido desde que llegué al municipio a pesar de lo mal que lo he pasado por los inconvenientes del puesto y mi rol fiscalizador. Estoy muy contento y puedo decir misión cumplida.
-¿Por qué quiere continuar con tu cargo de concejal?, ¿quiere seguir fiscalizando?, ¿quedaron cosas inconclusas?
Por supuesto. Creo que he sido un aporte para la comunidad, como lo he hecho siempre, sin ocupar un cargo similar antes de este periodo. Sé que puedo hacer mucho más. Fui el único concejal en hacer una propuesta concreta ante la fallida idea de techar la medialuna monumental. Solicité que el comodato a cargo hoy, de la Federación de Rodeo (que ha estado por 20 años a cargo de ellos, de un total de 70), fuese devuelto al municipio con el fin de habilitarlo a la ciudad y obtener recursos que irían directamente a su desarrollo. Ojalá que el próximo Concejo recoja esta propuesta, ya que nuestro deber es velar hacia el progreso y mejora de la ciudad. Para eso nos eligen.