Por: Patricio Miranda H.
Más de 47 mil estudiantes de la región de O’Higgins participaron del Diagnóstico Integral de Aprendizajes, estudio que la Agencia de Calidad de la Educación realizó a nivel nacional, para medir el impacto que la pandemia tuvo en los escolares.
Las cifras son, por lo menos, preocupantes. Desde sexto básico hasta segundo medio, los estudiantes de la región aprendieron menos de la mitad de los contenidos en matemáticas, con una marcada tendencia a empeorar resultados en los cursos más altos.
En lectura el panorama no es muy diferente: entre sexto básico y segundo medio, los porcentajes de logro no superan, en ningún nivel, 60%.
“Si bien se hace difícil sacar conclusiones que tengan validez a nivel nacional, sí se ven tendencias tan marcadas, que nos hacen pensar que sí son válidas para el sistema en general”, apunta Daniel Rodríguez, secretario ejecutivo de la Agencia.
“Primero, vemos que la educación básica parece haber resistido de mucha mejor manera, en términos de aprendizaje, que la educación media. Es muy clara la tendencia, comparativamente. A partir de sexto básico hay una caída muy importante de los logros esperados. Es decir, los alumnos mayores son quienes han sufrido más en términos de aprendizaje”, asevera Rodríguez.
Ello porque en cuanto a respuestas correctas, entre segundo y cuarto básico, tanto en lectura como en matemática, los porcentajes de logro son iguales o superiores al 80%. A diferencia de lo que ocurre en matemática en segundo medio, donde los alumnos solo aprendieron un 41% de lo que debían.
Para Rodríguez, este escenario es especialmente preocupante, ya que “son los estudiantes de esas edades los que tienen mayor riesgo de abandono escolar, de deserción. Entonces el bajo rendimiento o la pérdida del vínculo con el colegio, porque tampoco hayan asistido a las clases remotas, es uno de los predictores de la deserción, que ya es una tragedia en sí, porque se pierde el espacio protector del colegio”.
El segundo punto que el secretario ejecutivo de la Agencia de Calidad de la Educación releva es que en la educación básica la brecha entre grupos socioeconómicos es considerablemente menor en comparación a lo que ocurre en niveles más avanzaos.
“Está aumentando la brecha en esta pandemia en la educación media y creemos que eso podría tener que ver con el apoyo de un adulto durante las clases remotas. Obviamente es mucho más fácil apoyar a un niño más chico que a alumnos más grandes, con materias más complejas”, postula Rodríguez.
¿Con qué tanta urgencia ven que los cursos mayores tengan peores resultados, tomando en cuenta que son los que menos tiempo les queda para dar las pruebas de acceso a la educación superior?
“Es un súper buen punto. Efectivamente consideramos que tiene que haber un trabajo en relación al currículum priorizado para el futuro y también ajustar la evaluación, o cual sea el sistema de admisión al sistema de educación superior, porque efectivamente estos estudiantes van a tener menos tiempo para recuperar estos aprendizajes. Y es muy difícil hacerlo en un tiempo limitado. La fórmula del 2×1 es algo bastante complejo. Nos preocupan mucho los alumnos más grandes”.
Ya con estos resultados preliminares ¿por dónde podrían ir las herramientas y focos para enfrentar este tema?
“Hay un rol clave que ha tomado el Mineduc, que es el que toma la posta de este diagnóstico, que es el acompañar a estos estudiantes una vez que las condiciones permitan volver a clases presenciales. Sabemos que esto no se va a solucionar solo, es fundamental que exista un acompañamiento y un apoyo por parte del ministerio a los profesores para buscar las herramientas que los ayuden a enfrentar esto”.
“Tenemos que tener en consideración que esto nunca ha pasado. Es una situación inédita, en la que la ciencia y la investigación en educación no está preparada para enfrentar un atraso de un año y medio en aprendizajes para solucionarlo de una manera simple. Es algo que no sabemos como comunidad cómo hacer. Nadie tiene en una carpeta la respuesta de cómo recuperar un año y medio de pandemia perdido”.
Un sesgo de género
El diagnóstico también incluyó preguntas acerca del bienestar socioemocional de los estudiantes. Y allí fue donde también surgieron preocupaciones.
“Un punto que vimos es que las mujeres se perciben a sí mismas muchísimo más afectadas por el confinamiento y la pandemia que los estudiantes varones”, afirma Rodríguez.
“Eso nos sorprende bastante, porque le da un tenor de género a estos resultados, no está diciendo que el confinamiento no está afectando de igual manera a hombres y mujeres. Hay algunos que plantean que en la situación de confinamiento, las mujeres son más demandadas en sus casas para hacer labores del hogar y, por lo tanto, tienen menos posibilidades de aprender y eso es gravísimo”, enfatiza.
En esa línea, los números señalan que casi el 60% de las alumnas de cuarto medio declararon sentirse mal genio o enojadas “muchas veces o todo el tiempo”, en comparación al 34% de sus pares hombres del mismo nivel.
Además, mientras 70% de los hombres de tercero medio respondieron sentirse calmados y tranquilos “muchas veces o todo el tiempo”, en el caso de las mujeres fueron menos de la mitad: 43%.
“Esto preocupa por el sesgo de género que puede estar teniendo la pandemia y esperamos que estos datos sean tomados en cuenta, porque no pueden abordar el tema de la misma manera con hombres y mujeres”, puntualiza Rodríguez.
Así, el secretario ejecutivo hizo un llamado a los establecimientos a participar del diagnóstico, que extendió su plazo de aplicación hasta el 16 de abril: “No podemos dejar de insistir en que los colegios que no lo hayan hecho, lo conozcan. En la provincia de Cachapoal, 49% de los colegios lo han hecho, Cardenal Caro 43% y Colchagua 51%. Hacemos un fuerte llamado a las comunas de la región de O’Higgins a participar”.