Por: Ricardo Obando.
Preocupación existe en algunos vecinos de San Fernando. Y dicho temor no está puesto en la pandemia, sino que en lo que han llamado un abandono del patrimonio cultural de la comuna por parte de las autoridades.
En el Centro Cultural Museo Lircunlauta, que integran reconocidos personajes sanfernandinos, están molestos. Según acusan, desde 2010 a la fecha pero con un énfasis puesto en la actual administración municipal, la dejación de la autoridad ha sido tal, que no solo presuntamente se han perdido piezas importantes para la conservación de la identidad local, sino que también uno de los principales íconos arquitectónicos de la capital provincial de Colchagua corre peligro por su mala mantención y conservación: la casa fundacional, hoy Museo Lircunlauta.
El grupo de cultores, entre los que se cuenta el destacado profesor Víctor León Vargas (hijo ilustre de la ciudad), hizo llegar a los postulantes a la alcaldía un documento dando cuenta de los problemas que existen en materia de patrimonio. Es más, se han comunicado con personeros del gobierno regional y central para que puedan intervenir en este tema.
Respecto al edificio del museo, indican que “se encuentra en situación ruinosa. Desde la calle se puede ver como las cocheras se están derrumbando y la muralla del frontis en mal estado desde el mandato del alcalde anterior. El patio de piedra de huevillo está sepultado por el pasto. Las termitas continúan su implacable invasión”, entre otras cosas.
Pero también, denuncian que “piezas del Museo, prestadas por los integrantes de nuestra institución, han sido robadas como una muela de mastodonte, una espuela colonial ‘cogote de gallo’, todas las piezas de bronce del locomóvil de 1862, objetos de maderas desintegrándose, etcétera”.
Junto con ello, expresan que monumentos de la comuna como las “Huellas de Dinonaurio”, la “Casa Pintada de Tinguiririca”, la “Iglesia San Francisco”, la rectoría del “Liceo Neandro Schilling”, el edificio de la ex “Cárcel Pública” y el “Claustro de la capilla de las Hijas de la Caridad”, están dejados a su suerte.
También, este grupo de sanfernandinos da cuenta del nulo interés en recuperar la locomotora a vapor tipo 57, la “607”, monumento histórico de San Fernando la cual, fue reparada por alumnos del Liceo Industrial y que luego terminó prestando servicios a un privado (Tren del Vino). Lo propio con dos vagones de ferrocarriles de madera (carro-casita de 1915 y el carro-furgón de 1949), que fueron gestionamos para el Museo, entregados por contrato de depósito (2016) firmado por EFE y por el alcalde de la ciudad. Dichos coches, nunca fueron retirados desde los patios del antiguo ramal a Pichilemu, y terminaron incendiados por la falta de cuidado. “El 2018 hicimos un completo Proyecto solicitado por el señor alcalde, para poner en valor y trasladar dichos carros al Museo Lircunlauta, a financiar por la municipalidad, pero no se aprobó lo que consideramos una burla”, indican.
