Cuando la batería del teléfono móvil se agota en los momentos menos oportunos, los usuarios buscan cualquier herramienta para evitar que se apague el dispositivo y quedar incomunicados. Una de estas soluciones es cargarlo en el auto, pero según algunos estudios y publicaciones, esta acción perjudicaría la vida útil tanto del teléfono como de la batería del vehículo.
Es muy común que al necesitar más carga su celular, lo conecte al puerto USB del carro y se salve de quedar incomunicado, pero a pesar de que esta acción es bastante cotidiana puede traer consecuencias a futuro. Los puertos USB que están incluidos en los autos, generalmente están dispuestos para conectar una memoria y poner música, ya que la potencia que se requiere para esto es mínima. Estos puertos en la mayoría de ocasiones ofrecen solamente 0.5 amperios, es decir, no tienen la capacidad suficiente para cargar el teléfono y por esto toma tanto tiempo que el porcentaje de la batería suba, además si usa el celular para el GPS o llamar, la carga tomará aún más tiempo.
Otra desventaja, es que, de forma indirecta, el celular estaría “consumiendo” combustible del auto, pues usaría la energía proveniente de la batería, y aunque el aumento de consumo no es muy significativo cuando el carro está en movimiento, al mantenerlo encendido y estático podría consumir mucho más.
¿Cuál es la solución? Para evitar estos inconvenientes, lo mejor es que en lugar de usar el puerto USB del carro, compre un adaptador que se conecte al encendedor del auto ya que dichos adaptadores brindan la potencia suficiente para cargar su smartphone de una manera normal. Cabe aclarar que, si su auto es un poco más moderno y cuenta con sistemas como Apple Carplay, Android Auto o MirrorLink no habrá daño en el teléfono ni en el vehículo, pues estos sistemas permiten que el celular se cargue de manera correcta.
Pese a todo lo anterior, aunque sea necesario su uso, recuerde que en nuestro país rige la Ley No Chat que sanciona la manipulación como cualquier operación con una o ambas manos de un dispositivo de telefonía móvil o cualquier otro artefacto electrónico digital cuando se haya iniciado la conducción del vehículo. Las multas pueden llegar hasta los $ 160 mil y a la suspensión de licencia por hasta 45 días. (Fuente: Revista Turbo)