- Ni flores, ni chocolates, el mejor regalo por estas fechas es el reconocimiento a su trabajo, algunas pasaran este día cumpliendo sus labores, mientas otras cuentan con la suerte de un día libre en familia luego de mucho tiempo.
Por: Gisella Abarca
Este domingo es un día especial para miles de mujeres, pues este 9 de mayo se celebra el Día de la Madre y, debido a la pandemia de coronavirus que nos acompaña por más de un año, para homenajearla habrá que innovar a la hora de festejar.
Y es que el toque de queda, cuarentenas que rige a algunas zonas y el confinamiento en general, obligan a que las celebraciones no sean presenciales, salvo que vivas con ellas, o que no contemplen salir del hogar.
No obstante, en medio del confinamiento para evitar el contagios hay miles de mujeres salen a las calles para cumplir con los trabajos esenciales para el país. Unas de ellas son las que han estado en primera línea de la salud, atendiendo a todo quien requiere de sus servicios.
Ellas son madres, esposas, hijas o hermanas que han priorizado su vocación de servicio para el cuidado de la población. Aquí les dejamos los testimonios de tres madres que trabajan en el Hospital Regional Rancagua, que no han descansado un solo día y que por el riesgo de sus profesiones, han dejado hasta de abrazar a sus familias.
Carla Salazar, Enfermera de la UTI del Hospital Regional Rancagua:
“Es agotador, pero me encanta mi trabajo y mis hijas me dan la energía para continuar”
Una de ellas es Carla Salazar Flores, Enfermera de la UTI del Hospital Regional Rancagua, quien comenta que este tiempo de pandemia y de ser mamá “Ha sido un proceso súper difícil y agotador, porque los turnos son de un agotamiento tanto mental como físico. Esta experiencia de tener pacientes ventilados y por Covid es muy agotadora emocionalmente, porque uno ve el proceso de pacientes que se recuperan, pero también que fallecen. Son pacientes muy dependientes, uno se encariña con ellos”, asegura.
La enfermera que tiene tres hijas, una de 5 años y mellizas de 1 año 8 meses, cuenta que este tiempo “ha sido muy agotador, llegar a la casa, ver a la familia, porque con mi esposo no tenemos a alguien que nos ayude. Los dos trabajamos en turnos opuestos, yo saliente de noche tengo que llegar a ver a mis niñas”, la mayor de ellas está en kínder a la que debe ayudar en sus clases virtuales.
Y es que sin una red de apoyo cercana, la tarea se la han llevado la mayor parte la madre “Me ha tocado una carga muy pesada, porque en mis días libres él está trabajando, o a veces le toca turno de 24 horas y yo estoy sola con mis niñas”.
En esta línea, Carla revela que si bien cuenta con días libres luego de extenuantes jornadas de trabajo “Hay días que me voy súper agotada y con una carga emocional demasiado importante y no me logro desconectar del trabajo, porque uno queda con una preocupación de cómo van evolucionando (el paciente), pero a la vez tengo que estar 100% en mi casa, entonces no paro de trabajar”.
Eso sí la enfermera destaca que en el recinto hospitalario le han dado facilidades para organizarse y seguir cumpliendo en su trabajo y en su hogar “Es agotador y todo, pero es lo que me gusta, me encanta mi trabajo y no me veo en otra cosa y mis hijas son el motor para el día a día, me dan la energía para continuar”, asegura.
Para su fortuna, este domingo tiene día libre en que estará en familia, situación que hace mucho tiempo no vivía, por lo que “espero estar con mis niñas, ir a saludar a mi mamá si es que puedo y mi esposo pidió el día. Hace mucho tiempo que no estamos todos juntos un domingo”, declara.
No obstante, habrán muchas colegas de Carla trabajando a quienes les dice “aparte de trabajar, lo que nosotras hacemos es poner mucho corazón en esta profesión, es poner mucho amor y de verdad que uno se encariña con los pacientes. Si bien el trabajo es muy agotador, soy muy feliz con lo que hago y ojalá que a ellas les pase lo mismo que a mí, que si bien es cierto, no van a estar con sus hijos, van a estar con su otra familia”, finaliza la enfermera.
Tamara Gómez, TENS de Enfermería de Urgencia Adulto Hospital Regional Rancagua:
“Es un poco agotador, pero a la vez es satisfactorio llegar y saber que vas a estar con tus hijos”
Para la Tens de Enfermería de Urgencia Adulto, Tamara Gómez Caro, estar en primera línea en plena pandemia y ser madre “es un poco agotador, pero a la vez es satisfactorio llegar y saber que vas a estar con tus hijos y que le vas a dedicar el poco tiempo que te queda a jugar, a tomar once con ellos, a acostarlos o en las mañanas llegar a desayunar cuando estoy saliente noche, es gratificante pero agotador a la vez”, expone.
Tamara que trabaja en el Hospital Regional hace tres años y en urgencia hace uno, comenta que todo sacrificio tiene su recompensa “Uno se recarga de energías con los hijos, si bien te pueden agotar, también te recargas para decir vamos de nuevo y así seguir al otro día. Hay días más buenos que otros en el sentido que algunos días el trabajo supera, porque tenemos hartos pacientes, hay días muy agotadores”.
Así con su hija de 15, un niño de 10 y una pequeña de 2 años, la TENS cuenta que la clave para seguir y no rendirse es organizarse en familia donde todos cooperan “la mayor me apoya un poco en los quehaceres de la casa, pero hay días que he llegado a la casa y en el sillón me he quedado dormida de lo cansada que llego. Tengo un protocolo de higiene antes de entrar a la casa, de sacarse la ropa afuera, ducharme y luego saludarlos, tratando de resguardarlos y que no les pase nada, porque uno ve los casos acá y hay que cuidarse”.
Tamara agrega que su bebé de 2 años asiste al jardín del Hospital “me han dado las facilidades para que esté ahí. Tengo muy poca red de apoyo, entonces el jardín me permite trabajar y estar tranquila”, y su hijo de 10 años desde este año “está donde sus abuelos en Rengo, para ayudarlo en las clases online porque va en 5º, está siete días allá y siete días acá y la mayor va en 1º medio. Puedo preocuparme de la chica, pero del colegio virtual ya era mucho”.
Toda esta organización le ha permitido no faltar al trabajo durante toda la pandemia “hasta el momento no he tenido fallas en el trabajo, eso se debe a una organización 100% y esfuerzo grande. Uno está trabajando, pero en su cabeza sigue organizando turnos, tiempos, etc., porque no se puede faltar al trabajo, hay que acoger al paciente desde la puerta de entrada, estar con ellos, con los familiares, sobre todo cuando es paciente Covid”, expone Tamara
Tamara está ansiosa y alegre por este domingo porque “tengo libre y estoy muy contenta para estar con mis tres hijos y en la casa, tranquila, descansar, levantarnos tarde; y para mis colegas que tienen turno, mucha fuerza y vamos que se puede, esperemos que esto se acabe pronto y podamos estar un poquito más relajadas”, finaliza.
Auxiliar de Servicio de UCI, Irene Ramírez:
“Cuesta, porque uno llega a la casa cansada, pero hay que apoyar a los hijos”
Hace 13 años que Irene Ramírez Pérez trabaja como auxiliar de servicio en la UCI y relata que este tiempo de pandemia “ha sido estresante y hemos tenido harta carga laboral, más de lo normal, ha aumentado bastante. Este hospital es mucho más grande que el antiguo, tenemos mucho más camas, entonces el tráfico de pacientes ha sido bastante”.
Para Irene el compatibilizar el trabajo con la casa y sus labores de madre ha sido una tarea que ha tenido sus dificultades “igual cuesta, porque uno llega a la casa cansada, sin ganas de hacer nada a veces, pero hay que hacerlo nomás, hay que apoyar a los hijos en lo que sea y también está el marido que apoya en ese sentido”.
La auxiliar de servicio que tiene dos hijos, una de 14 y otro mayor, asegura que ha trabajado para entregarles tiempo de calidad “he intentado que la relación con mis hijos y mi familia se mantenga como siempre. Estamos juntas, vemos películas, me ayudan a hacer las cosas en la casa, desde chiquitita siempre ha sido así, ha sido colaboradoras en la casa”.
Respecto al Día de la Madre, Irene cuenta contenta “el domingo hasta el momento no trabajo, pero si hay turnos extra, hay que parchar”; no obstante, si tiene libre “Vamos a estar en la casa y ver qué es lo que tienen preparado, viene mi otro hijo de Santiago que es mayor. Agradecer que estamos todos bien y con salud”, sostiene.
La Auxiliar de Servicio finaliza diciendo “Para mis colegas que van a estar trabajando que tenga fuerza, que hay que seguir luchando hasta que esto termine y si estamos acá es por el bien de la comunidad, hay que seguir dando la pelea”, remata.