Por Patricio Miranda Humeres
La instrucción que recibieron los teatros de la región para enviar sus presupuestos anuales la primera semana de junio, detonó una serie de desencuentros en el Consejo Regional (Core), en particular por la disminución que se planteó para el Teatro Regional Lucho Gatica, de Rancagua.
Según lo planteado, el recinto vería disminuida su partida de $320 millones que había recibido para su funcionamiento a $150 millones. Es decir, una merma de 53%. Tras haber sido puestos antecedentes en la sesión extraordinaria del Core del jueves por el consejero Mauricio Valderrama (PS), el organismo determinó paralizar la votación del presupuesto regional, para que la comisión de Cultura y Patrimonio (que preside Valderrama) estudiara la situación.
Así, dicha reunión tuvo lugar la mañana del viernes, con la presencia de Paula Gannat, directora ejecutiva de la Corporación de La Cultura y Las Artes de la Municipalidad de Rancagua, Eduardo Díaz y Marco Matus, directores de Programación y Finanzas, respectivamente; también participaron representantes de la División de Presupuesto e Inversión del Gobierno Regional y la seremi de las Culturas, Artes y Patrimonio, Lucía Muñoz.
En la sesión, de forma unánime, se acordó solicitar a la Intendencia Regional la restitución de los $320 millones como presupuesto para el año 2022, lo que fue ratificado, también sin votos en contra, en el pleno.
Durante el debate, los representantes del recinto cultural aprovecharon la oportunidad para expresar su preocupación por la magnitud de la rebaja en el presupuesto y argumentaron que ello significaría la pérdida de decenas de puestos de trabajo, lo que, sumado a otras restricciones, podrían en peligro no solo la continuidad de muchas labores del Teatro Regional, sino que incluso su seguridad.
En esa línea, Marco Matus, director de Finanzas del centro cultural, aseguró que “con el presupuesto que teníamos cubríamos los gastos operacionales”, por lo que la baja en los recursos se vería reflejada en los despidos de profesores de danza, música y distintos programas, incluso de los guardias que hoy custodian el recinto, ante la imposibilidad normativa de contratar a empresas externas.
Con todo, y a pesar del acuerdo, más tarde se aprobó la glosa de inversiones del presupuesto regional, con tres votos disidentes de los consejeros PS Jacqueline Jorquera, Juan Carlos Labbé y Mauricio Valderrama.
La discusión por los cargos de planta
Otro de los temas que complicó la sesión del jueves y que fue parte de las razones de que el debate continuara el viernes, fue la intención del Gobierno Regional de crear cargos de planta correspondientes a personales informáticos, a prácticamente un mes de que la actual administración cambie, se elimine la figura del intendente y asuma el nuevo gobernador.
Tras los cuestionamientos a la iniciativa, Andrés Mejía, jefe de la División de Presupuestos e Inversión del Gobierno Regional, sostuvo que “estos cargos no equivalen a los concursos que se están realizando actualmente. Estos puestos corresponden a un equivalente del servicio de informática actual y estamos solicitando que esos recursos que se pagan a una empresa externa para el soporte informático, esta vez sean internalizados como parte del funcionamiento del Gobierno Regional”.
Pero el escenario cambió luego de una moción del consejero Fernando Verdugo (PRSD), quien planteó que los tres profesionales para la unidad de informática se reemplazaran por tres profesionales al servicio del Consejo Regional, a partir del próximo año.
Y aunque Mejías, de la División de Presupuestos e Inversión del Gobierno Regional, argumentó que “a priori se ve bastante poco factible la modificación planteada”, porque significaría dejar “sin el servicio informático a todo el Gobierno Regional”, al momento del sufragio los consejeros votaron, en su mayoría, a favor.