Hoy 30 de junio es el día del Bombero Voluntario, un día para homenajear a los miles de hombres y mujeres que nos protegen.
El 15 de diciembre de 1850, en una cigarrería de Valparaíso estalló un incendio que se propagó rápidamente a las casas colindantes. Los propios vecinos trataron de contener el fuego y el propio Intendente de la época, almirante Manuel Blanco Encalada, participó en las tareas de salvamento, mientras el fuego arrasaba bodegas, casas y rancheríos. La ayuda de las bombas y la tripulación de dos barcos de guerra, se sumaron a los esfuerzos de los moradores y del cuerpo de cívicos. El siniestro logró ser sofocado al día siguiente, no obstante en la noche cuando los combatientes se habían retirado, el fuego reapareció, repitiéndose el trabajo de la noche anterior.
Al día siguiente del siniestro el Diario El Mercurio informa de la «necesidad de organizar de antemano el trabajo de los incendios», llamado que encontró eco en un grupo de vecinos que se reunieron en la sala de la Intendencia, donde decidieron crear una comisión organizadora que propusiera medidas para combatir los incendios. Esta tuvo la función de solicitar fondos necesarios a las autoridades, además de tomar algunas medidas preventivas para evitar los incendios, como lo era la limpieza de chimeneas y una mayor vigilancia policial. Posteriormente se incorporaron otros vecinos a las comisiones de organización y financiamiento; una estaba a cargo de formar definitivamente la organización de los bomberos voluntarios. La otra a cargo del financiamiento y adquisición del material necesario para la creación de las primeras compañías.
Mediante un aviso en el periódico de la época se convocaba a la comunidad a la formación del que sería el Primer Cuerpo de Bomberos de Chile, que comenzó a operar oficialmente el 30 de Junio de ese año con cuatro compañías.
Por esta razón hoy en todo el país se celebra el día del Bombero de Chile, sirva esta columna de saludo a todos los bomberos que cada vez más solo reflejan el ser voluntarios solo en no recibir sueldo, pero que no signifique que no son profesionales de la emergencia. Cada vez están más capacitados, pero son pocos. No quieren que se les pague por su labor, pero el Estado debiese apoyarlos con todos sus gastos, y no ser necesario realizar colecta de ningún tipo. Al mismo tiempo que deberían existir políticas de incentivo para hacerse voluntario, por ejemplo Bomberos con más de 30, 35 ó 40 años de servicio deberían tener una pequeña, aunque simbólica, pensión de gracia otorgada por el Estado en reconocimiento de su labor. Y voluntarios más jóvenes deberían igualar sus beneficios con quienes sirven al país a través del Servicio Militar.
Luis Fernando González V.
Sub Director