Por: Ricardo Obando.
El funcionamiento sigue en deuda. Pasan las fechas y O’Higgins no muestra una mejoría en su fútbol y este domingo quedó demostrado nuevamente. Frente a la Universidad Católica, el conjunto celeste cayó por 3-0 y se sigue estacando en la tabla de posiciones.
En una fría jornada en San Carlos de Apoquindo, el “Capo” inició mejor el encuentro mejor que su rival, pero solo fue un espejismo. Facundo Castro, actuando por la banda derecha, tuvo una ocasión propicia para marcar iniciando el juego, pero la desaprovechó.
Después de eso, y pese a intentar armar fútbol desde medio campo con las intervenciones de Iván Rozas y Ramón Fernández, el conjunto celeste chocó contra su incapacidad y su fútbol se desinfló. En ataque, Marcelo Larrondo vez que pudo intentó habilitar a sus compañeros para poder generar riesgo en el área rival, pero se desgastó en esa tarea y terminó alejado del área.
En la zona de retaguardia, la línea de cuatro defensores tuvo que arreglárselas para cuando la UC apareció por terreno minado. Alejandro Márquez, luchando cada balón que colaron en su sector, tuvo mucho protagonismo por la derecha, pero por momentos se le vio hiperventilado en la disputa con sus oponentes. En el centro de la zaga, lo mismo para Brian Torrealba y Matías Cahais que debieron contener a Fernando Zampedri. Mientras que, Nelson Espinoza (el mejor de la cancha hasta el gol olímpico), se mostró seguro a la hora de recibir balones servidos por el elenco de la franja en esos 45 minutos iniciales. En síntesis, el 0-0 del primer tiempo fue más que justificado.
LO PEOR DEL CICLO DALCIO
En el complemento, y de entrada, un poste salvó la portería rancagüina. Zampedri, al minuto de reanudada las acciones, estrelló un derechazo en el horizontal momentos en que Espinoza no tenía nada que hacer. La acción, sin duda, generó preocupación en las huestes celestes.
Eso sí, en la jugada siguiente y tras un tiro libre, Matías Cahais quedó muy bien ubicado para concretar a boca de jarro, pero la defensa local alcanzó a despejar. Y en ese ida y vuelta, fue la UC la que logró romper el cero.
En un tiro de esquina de “Chapita” Fuenzalida, Espinoza fue claro al gritar “ojo con las marcas” y las coberturas no fueron acertadas. La pelota quedó picando y el central Germán Lanaro pudo anticiparse a la resistencia celeste (Márquez y Larrondo) para marcar el parcial 1-0.
Tras el gol, O’Higgins sintió el golpe. Le costó reaccionar, no encontró fútbol por largos pasajes y pareció que los nervios eran más a la hora de tener un balón en los pies. Es más, en una pérdida (60’) de no mediar un tapadón de Nelson Espinoza, la Católica marcaba el segundo tanto por intermedio de Felipe Gutiérrez.
Después, sobre los 65’, el cuadro celeste volvió al partido. Poco a poco peleó nuevamente el medio terreno, especialmente tras el ingreso de Santiago Romero (reemplazó a un opaco Iván Rozas), pero ese impulso terminó siendo un espejismo, más cuando, en los 77’, la Católica sentenció el partido.
Un tiro el vertical de Gutiérrez, culminó en un remate de José Pedro Fuenzalida, que se coló tras dar en la humanidad de Cahais dejando el 2-0 y acabando con las ilusiones rancagüinas en San Carlos de Apoquindo.
Recién ahí, con dos goles abajo, Dalcio movió piezas en ofensiva con los ingresos de Matías Belmar (por Seymour) y Matías Meneses (por Castro). Pero, no tuvo mayor notoriedad en el encuentro.
Y, sobre el cierre, el “Pipe” Gutiérrez anotó un gol olímpico (77’), desde el rincón derecho en un tiro de esquina, en una pelota que se cerró rápido y que no contó con una reacción acertada por parte de Espinoza. Su único error en todo el partido y que costó el 3-0.
Lamentablemente a este O’Higgins le sigue costando mucho y el equipo no es ni la sombra del que deslumbró en el segundo semestre de la temporada anterior. Y el tiempo para el lamento es poco, pues este miércoles (a las 18 horas) recibirá a Curicó Unido que vendrá a Rancagua sin su entrenador, pues Martín Palermo renunció tras caer frente a la Universidad de Chile.
Seymour: “Vamos a tener que hacer una autocrítica”.
El volante Felipe Seymour, habló tras el encuentro. Según expuso “el primer tiempo fue más parejo en cuanto a la tenencia de pelota, y en el segundo tiempo hubo dos balones parados que marcaron la diferencia”.
Además, dijo que “fuimos un equipo muy largo, las segundas pelotas las ganó Católica y lamentablemente nos vamos con una dura derrota que estaba lejos de nuestros planes” y que, tras esta goleada, “claramente vamos a tener que hacer una autocrítica”, más cuando el miércoles se recibe a Curicó Unido en el estadio El Teniente.