Seguridad, productividad y ahorro son tres de los principales beneficios a los que apunta la automatización de equipos productivos de la mina subterránea DE El Teniente.
Los nuevos equipos LHD (palas) ya entraron en operación en las minas Esmeralda y Diablo Regimiento y son manejados a unos 80 kilómetros de la faena, en el Centro Integrado de Operaciones (CIO) de Rancagua, para realizar el traslado y vaciado del mineral de forma autónoma.
Esta tecnología, junto con los camiones autónomos en el sector Panel 3 de la mina Esmeralda, aportan directamente a la seguridad y reemplaza a los trabajadores en zonas expuestas a riesgos, ubicándolos en ambientes laborales protegidos.
Además, mejora la productividad, ya que posibilita que una persona gestione dos o tres equipos en forma simultánea. Esta tecnología es el camino que busca la división para los futuros proyectos.
“Los proyectos Diamante, Andesita y Andes Norte de la mina subterránea trabajan en el modelo operacional con equipos LHD y camiones autónomos. De esa base partirán estos proyectos, que contarán sólo con equipos nuevos automatizados”, destaca Rodrigo Andrades, gerente de Minas.
El uso de equipos autónomos traerá distintos beneficios a la división. Estos permitirán recuperar sectores más riesgosos, como es el caso de algunas áreas en las minas Diablo Regimiento y Esmeralda, ya que serán operados a distancia sin la necesidad de trabajadores(as) en el sector.
Esta tecnología también forma parte de la estrategia definida frente a un posible rebrote por Covid-19, ya que mantendrá la productividad incluso si es necesario reducir temporalmente la dotación y así evitar contagios.
“El gran desafío en este primer trimestre es hacer las implementaciones para estar operando en abril, de esta manera, podremos funcionar a distancia con una sola persona manejando dos o tres equipos al mismo tiempo”, dice Martín Galaz, jefe de Unidad Automatización Mina.
Avance clave para el futuro
El gerente General de la División El Teniente, Andrés Music destacó que la “la automatización es uno de los pilares fundamentales para el salto disruptivo que necesitamos y es ya una realidad para nosotros, especialmente con el Centro Integrado de Operaciones (CIO). Hace unos seis años teníamos un martillo y un operador, hoy tenemos cuatro martillos que opera una sola persona desde Rancagua. Eso es altamente productivo y tenemos que seguir avanzando en toda nuestra gama de equipos. Hoy la tecnología avanza tan rápido que nos empuja a desafiarnos y ver cómo implementarla con mayor velocidad”.
El gerente de Minas de la empresa, Rodrigo Andrades, destaca que la automatización que este año se comenzó a aplicar en Pilar Norte es el primer paso en un camino que apuesta a los próximos 50 años.
“Pilar Norte es la mina más compleja que tenemos actualmente en El Teniente, y lo que nos espera en el Nuevo Nivel Mina es un ambiente similar, por lo cual estimamos que en el futuro la automatización va a ser parte clave para asegurar la explotación de esos recursos”, señaló.