Por: Patricio Miranda Humeres / Foto: Marco Lara.
Las negociaciones de parte de los dueños del Centro Español para vender el inmueble continúan a toda marcha y, con ello, los anhelos de qué podría ocurrir a futuro con las 3,6 hectáreas que pasarán a ser de dominio municipal, comienzan a aflorar entre los vecinos, vecinas y residentes del sector.
“Casi todos piensan, más que nada, en un centro cultural”, afirma Luis Retamales, presidente de la Junta de Vecinos Siempre Unidos, de la población del mismo nombre, que colinda con el terreno.
“La gente no quiere que se pierda todo lo que había allí, aunque nunca pudieron hacer uso, porque era privado”, sostiene el dirigente vecinal. “Se hacían eventos y hay canchas deportivas, pero que nunca aportaron hacia la villa, no se integró a los vecinos”, reclama.
En esa línea, Retamales plantea que los vecinos han mostrado interés en que exista una relación directa entre las villas y poblaciones aledañas con el parque mismo, ya sea a través del uso de espacios o, incluso, pensando en la administración del inmueble.
“Hace muchos años atrás, el Balneario Cachapoal lo administraba una junta de vecinos. Después de eso, lo empezó a administrar el municipio y quedó botado”, recuerda el dirigente.
Concejales opinan
“Tengo todas las fichas puestas en que podamos gestionar un espacio cultural en el Centro Español”, señala la concejala Viviana Morales (PC), presidenta de la comisión de Cultura del Concejo Municipal. “Da la posibilidad de hacer circo, distintas clases, tiene áreas verdes bonitas, que tienen una gran viabilidad cultural”, recalca.
Así, Morales postula que el desarrollo y práctica de distintas disciplinas en el centro debe ser algo ordenado, con un plan de trabajo que permita asegurar una continuidad y mantención del inmueble.
La idea, detalla, es que allí trabajen “organizaciones sociales vigentes y no grupúsculos de artistas, sino personas que demuestren que son entidades culturales capaces de generar y hacerse cargo de un espacio, con la importancia que eso tiene”.
La concejala Jacqueline Vidal (UDI) también secunda la idea de un centro cultural: “Es un lugar que tiene además de la casona, un espacio libre muy importante como lo es ese parque, donde se pueden hacer distintas manifestaciones artísticas, porque tenemos pocos espacios como ese, con grandes capacidades”.
Vidal detalla que iniciativas como un anfiteatro al aire libre y mejorar las áreas verdes y árboles del parque también forman parte de lo que le gustaría ocurriera con el Centro Español. “Podría existir espacios de cultura con educación medioambiental o algún área de la casona que se destine a un espacio para los adultos mayores. En fin, son tantas las cosas que allí se podrían hacer”, señala.
Además, la concejala de la UDI califica como “muy importante hacer un trabajo con los vecinos” para tomar su parecer respecto al futuro del inmueble. “No hay que imponer cosas, sino que hay que tener una buena participación ciudadana, donde la gente opine. Uno lo ve desde afuera y a lo mejor los vecinos tienen ideas mejores”, asevera.
Desde la otra vereda, el concejal Emerson Avendaño (Ind. Ecologista Verde), lamentó que el acuerdo que la U. de O’Higgins había iniciado para adquirir el terreno no prosperara.
Y aunque agradece “la confianza de entregar esas hectáreas al municipio”, también es claro al señalar que “la Municipalidad de Rancagua no tiene muy buenos antecedentes en el cuidado de su patrimonio, como las sedes sociales, comunitarias o estructuras emblemáticas, como el Castillo Butrón”.
Respecto de sus anhelos para el Centro Español, Avendaño afirma que le gustaría que se convirtiera en un foco cultural que involucrara también a la oferta gastronómica.
“Los centros de desarrollo cultural no son sustentables si no tienen un polo económico atractivo. Pienso, por ejemplo, en que existan salas culturales, pero que una o dos se destinen a una cafetería o a un pequeño restaurant”, puntualiza.
Eso sí, como la tramitación de la venta del Centro Español sigue su curso y queda un tiempo para que las 3,6 hectáreas pasen a ser del municipio, el concejal tiene claro que deben priorizarse ciertas tareas.
“Lo primero, es el resguardo, para que no se siga deteriorando. Y después buscar los recursos en el Gobierno Central, para la restauración y preservación de esos espacios”, comenta.