- La iniciativa legal, que resolvía algunos temas que se habían discutido con el Ejecutivo tras la movilización docente de 2019, fue despachada el 9 de septiembre pasado por el Congreso. Pero la semana pasada, el Gobierno ingresó el veto para frenar su promulgación. “Esto, contrario a lo que dice el ministro (de Educación, Raúl Figueroa), solo atenta contra la buena educación”, critica Nicolás Salgado, dirigente del capítulo comunal Rancagua del Magisterio.
Por: Patricio Miranda Humeres
Como un “profundo golpe a la profesión docente”. Así califica Nicolás Salgado, dirigente comunal del capítulo rancagüino del Colegio de Profesores, el veto presidencial que ingresó el Ejecutivo al proyecto de Ley que buscaba resolver algunos de los pendientes que el gremio hizo patente con fuerza en el paro de 2019, que se extendió por más de 50 días.
Ello, porque la iniciativa legal que había sido aprobada y despachada en el Congreso el 9 de septiembre pasado, no fue del gusto del Gobierno, por lo que el miércoles de la semana pasada decidieron ingresar el veto.
Algunos de los temas que el escrito zanjaba era consagrar la titularidad docente de las horas asignadas, la eliminación de la causal de despido ante malos resultados en la evaluación docente y la consagración legal de las vacaciones de invierno.
La respuesta del Magisterio no se hizo esperar y convocaron a un paro nacional para este miércoles, con marchas en distintas ciudades del país y a las que ya se han sumado agrupaciones como la Confech.
En la capital regional, el punto de reunión es en las oficinas del Colegio de Profesores, para luego marchar por las calles del damero central y culminar en la Plaza de Los Héroes.
“El boletín establece varios puntos y todos apuntan a la estabilidad laboral, a eliminar el agobio y la doble evaluación”, puntualiza Salgado. “En este proyecto, la titularidad se ampliaba a otro universo de beneficiarios, porque en la ley anterior se hablaba solo de docentes de aula y muchos profesores, que cumplían también labores administrativas no entraban en esa ley”, detalla el dirigente.
En cuanto a los sistemas evaluativos, desde el gremio han sido claros en manifestar su rechazo a la “doble evaluación” a la que deben someterse. Ello, porque además del comúnmente denominado “portafolio” que deben realizar cada cuatro años, existe el sistema de “Carrera Docente”, que también encasilla en distintos niveles a los profesores, tras los resultados que obtengan en una prueba de conocimientos específicos.
La actual legislación señala que quienes obtengan malos resultados de forma reiterada, dejarán “de pertenecer a la dotación docente”, frase que se eliminaba en el proyecto de ley vetado por el Ejecutivo, además de permitir que aquellos profesores y profesoras que estuvieran próximos a jubilarse se eximieran del proceso de evaluación.
El llamado a paro y movilizaciones del Magisterio, tras la ofensiva legislativa del Ejecutivo, no fue bien recibido por el Gobierno y el ministro de Educación Raúl Figueroa, lo calificó como “una atrocidad” y afirmó que el veto “no restringe ningún beneficio que actualmente tengan los profesores, y apunta a resguardar la calidad del sistema educacional”.
Salgado, del comunal Rancagua del Colegio de Profesores: “Esto, contrario a lo que dice el ministro, solo atenta a la buena educación. Todo lo relacionado a la inestabilidad laboral, la doble evaluación, apunta a un estrés y un agobio para el profesorado, lo que atenta contra la buena educación”.
Con todo, el gremio dejó abierta la posibilidad de que las movilizaciones o el paro puedan extenderse, de acuerdo a cómo se resuelva el tema en el Congreso. “No quisimos hacer un paro indefinido de buenas a primeras, vamos a estar en estado de alerta y en una movilización ascendente”, adelanta el dirigente.