Octubre es el mes de la concientización del cáncer de mama, patología que provoca más muertes en las mujeres chilenas. Se estima que 1 de cada 8 mujeres será diagnosticada con este cáncer a lo largo de su vida. Lamentablemente, con la pandemia, se han retrasado los controles que permiten la detección precoz de la enfermedad, por lo que el llamado a la realización de autoexamen es fundamental.
Es importante que las mujeres sepan que deben visitar al médico o matrona para que revise sus antecedentes familiares y personales y les pida, según corresponda, una ecotomografía mamaria y/o mamografía. Estos exámenes permiten descubrir la presencia de un cáncer de mama en una mujer aparentemente sana y sin ninguna molestia o síntoma. La detección en estas etapas iniciales, sumado a los tratamientos que existen hoy en día, permiten un éxito en la cura por sobre el 95%. Por el contrario, a medida que el cáncer se diagnóstica en etapas más avanzadas, los tratamientos son más agresivos y no aseguran una curación de la enfermedad.
A partir de los 40 años hay que acudir periódicamente a controles médicos. Estos deben ser adelantados cuando existen factores de riesgo como: familiar directo con cáncer de mama u ovario (madre, hermana), cuando la primera menstruación fue antes de los 12 años o la menopausia fue después de los 55 años, cuando existe sobrepeso u obesidad, consumo de alcohol o tabaco en exceso, o cuando ha recibido o recibe terapia de reemplazo hormonal.
Algunas acciones que ayudan a prevenir este tipo de cáncer son: realizarse una vez al mes un examen físico para reconocer cambios en la mama y así pedir consulta profesional, mantener un peso adecuado y ejercicio físico al menos 3 veces por semana, evitar el consumo de alcohol y tabaco e integrar a la dieta diaria frutas y verduras.
Si usted está leyendo esta carta, por favor comparta esta información con las mujeres de su familia y sus amigas, podría estar salvando la vida de una de ellas.
Diana Paredes
Matrona
Académica Obstetricia
Universidad San Sebastián