Ordenando las páginas de este ejemplar que hoy posee en sus manos, decidimos recorrer las calles aledañas a nuestro medio, donde el comercio local se encontraba en plena vorágine navideña exhibiendo y ofreciendo miles de productos para todos y de diversa procedencia. Nos encontramos como cada año con cientos de locales abiertos hasta tarde, puestos de emprendedores en las veredas, los desagradables tacos, estacionamientos repletos, sumándole a ello unos 40 grados de sensación térmica (estamos en medio de una Alerta Temprana Preventiva por ola de calor) y un par de viejos vestidos de Papá Noel en plazas o malls queriendo prolongar la esperanza infantil.
Es que ya perdimos las antiguas tradiciones y el verdadero sentido de esta fiesta religiosa que es para celebrarla con júbilo y en familia. Todo este caos y desorden que incluso puede estar al interior de nuestros hogares, lo experimentan miles de personas y se ha convertido en una nueva enfermedad de estos tiempos: el estrés navideño.
El ambiente festivo se contrasta con la presión de las compras, la cena navideña y de fin de año a los que estamos involuntariamente expuestos. Ante ello los especialistas médicos recomiendan….primero relajarse para luego poder tomar todo con la mayor naturalidad posible, tratar de hacer deportes, ejercicios o relajación (yoga), hacer por ejemplo una lista con las obligaciones y tareas e ir cumpliéndolas de a poco, definir un presupuesto total y aprender a delegar, entre otros muchos consejos.
Si no alcanza a seguir estos pasos, no se preocupe, la Navidad ya llegó y si no compró ningún obsequio o le faltó ese para el tío o su vecina, no importa, ¡NO PASA NADA!.
Ya llegó el día de compartir en familia en torno a una mesa y agradecer por lo que tenemos. No trate de demostrarle a los demás sus capacidades súper humanas que no tiene o su poder adquisitivo, solo preocúpese de pasarlo bien con los suyos y regalarles un “te quiero”, “te amo”, un “gracias” o un sencillo pero sincero abrazo. No se imagina lo bien que se siente, y se convierte en el mejor remedio existente para esta nueva enfermedad del siglo 21.
Ximena Mella Urra
Editora