Aprovechó la última chance. Luego de ganar con comodidad la fase regular, avanzar en el interregional y caer ajustadamente en la final centro-sur, las ilusiones de llegar al profesionalismo se habían desvanecido para Tomás Lawrence, pero ocurrió lo impensado.
Los cuatro elencos que avanzaron al cuadrangular final de la Liga de Desarrollo eran conjuntos que ya militaban en la Liga Nacional 1 o 2 y esto abrió la puerta para los sanfernandinos. Fue así como, la semana pasada, se disputó la llave para definir al equipo ascendido desde Febachile a la Liga. Y el quinteto amarillo no desaprovechó la ocasión.
Primero en San Fernando donde se impuso por 71-63. Luego tenía la tarea de ir a Puente Alto para buscar la clasificación frente a Luis Matte Larraín. Y así lo hizo, fue al gimnasio Irene Velásquez y puso todo para primero, no ser derrotado, y segundo para abrochar la serie en condición de visitante.
Con parciales de 6-22, 11-20, 20-13 y 18-18 se quedó con el partido por 55-73 y de esta manera instaló el nombre de este antiguo club sanfernandino por primera vez en el baloncesto grande del país.
Dirigidos por Claudio Lavín (fue coach de Colo-Colo y TSF entre otros), los jugadores -todos menores de 23 años- completaron una campaña notable. Sumaron 11 triunfos y una sola caída, enfrentaron a los rancagüinos de Árabe, Manzanal, CAF y a los maulinos de Unión Juvenil de Curicó y Truenos, hasta que llegaron a la instancia que estaban buscando. El objetivo era lograr los pasajes a la LNB y lo consiguieron.
Entre sus efectivos, destacaron Daniel Torres, que anotó 227 puntos (tercer máximo goleador de la competencia) y Tomás Lavín que consignó 63 asistencias (el máximo habilitador del torneo).