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Gerardo Astudillo: 25 años haciendo marionetas de madera para estimular la imaginación de los niños

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Con su pelo largo y liso, su barba cana, sus ojos pequeños y su sonrisa bonachona, Gerardo Astudillo (68) parece un personaje sacado de alguna historia fantástica, como el Maestro, de la antigua serie de televisión “Érase una vez… el hombre”, o Gandalf, de las películas “El Hobbit” y “El Señor de los Anillos”. Y en esta época de Navidad, perfectamente podría ser confundido con el Viejo Pascuero.

Su oficio también guarda mucha relación con la fantasía y la imaginación: Astudillo se define como un carpintero autodidacta y desde hace 25 años se dedica, en el sector El Llano de la comuna de Putaendo, Región de Valparaíso, a la fabricación de marionetas de madera. Con sus manos da forma a cebras, jirafas, elefantes, llamas, gorilas, perros, vacas, cuervos y al inconfundible Pinocho, “para todos quienes tienen alma de niños”.

En una tarea silenciosa y solitaria, este creador conecta sus manos con la madera en un taller que se adjudicó el año pasado a través del Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP), servicio del cual es usuario a través del Programa de Desarrollo Local (Prodesal) de San Felipe, ya que también se dedica a la apicultura, a la agricultura de autoconsumo –cultiva habas, arvejas y cebollines, entre otros productos– y, desde hace poco, a la crianza de gallinas kolloncas.

El “Gero”, como se le conoce, cuenta que tras una infancia y una adolescencia difíciles –perdió a sus padres cuando tenía sólo 11 años y no pudo seguir estudiando­– realizó múltiples actividades para salir adelante: trabajó como ayudante de contador, en un taller mecánico y manejando taxis, hasta que dejó todo de lado para dedicarse a hacer juguetes de madera, en un espacio de la organización de artesanos Los Graneros del Alba, en el Parque O’Higgins.

“Desde cabro que tenía este hobbie. Me gustaba hacer caballos, columpios y camiones de madera, hasta que aparecieron los juguetes de plástico, que eran más novedosos, de lindos colores y mucho más baratos, y se fueron comiendo a la madera. Me fui quedando sin poder hacer mi trabajo, hasta que un amigo que vino de Francia, a mediados de los años 90, vio mi taller y me sugirió que hiciera marionetas. Le hice caso y en eso estoy hasta el día de hoy”, cuenta.

A Putaendo llegó en 2004, luego escuchar que era “el pueblo más lento de Chile”. Viajó a conocer y al poco tiempo se instaló. Desde ahí cada año sale con sus creaciones a recorrer las ferias a las que lo invitan. Producto de la pandemia, los últimos dos años prácticamente tuvo “cero actividad”, pero este mes ha podido volver a las pistas: los primeros días de este mes participó en la Muestra de Artesanía UC y hasta este jueves 24 está en la tradicional Feria Navideña de la Plaza Ñuñoa.

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Para Gerardo, esta época de Navidad le alegra la vida y también es la mejor para la comercialización de sus marionetas: “con lo que gano en estas fechas puedo vivir gran parte del año, y además me produce una gran satisfacción que los niños y adultos se maravillen con lo que hago, se lleven mis juguetes a sus casas y puedan dejar de lado sus teléfonos y aparatos tecnológicos para hacer volar su imaginación. Siento que eso es un aporte que estoy haciendo”.

“Otra cosa maravillosa que me ha pasado –dice­– es  que hay muchas tías de jardines infantiles que han adquirido mis juguetes para usarlos como material de apoyo para el aprendizaje de los niños”.

Según el “Gero”, lo mejor que le ha pasado con su oficio es que “he podido encontrarme conmigo mismo y he logrado sueños que tenía de cabro. Tengo mi taller de marionetas, vivo con mis abejas, he podido viajar harto y he conocido mucha gente y muchos artesanos con los que tenemos una gran hermandad”.

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Una decena de nuevos graduados eligieron El Teniente para iniciar su desarrollo profesional

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Como parte del programa Graduados(as) 2023-2024, la nueva generación de profesionales será acompañada por tutores durante un año, período en el que recibirán una formación integral certificada y en terreno.
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Con mucho entusiasmo, y también algo de nerviosismo, once jóvenes recibieron la bienvenida a la División El Teniente, como parte de la nueva generación de Graduados(as), programa de Codelco que convoca a egresados o titulados de carreras asociadas al negocio minero con experiencia menor a un año.

Durante la jornada de inducción, fueron guiados por directores y superintendentes de El Teniente que, tal como ellos, comenzaron su carrera en la División como Graduados (as).

“Para nosotros es muy importante que se integren profesionales con una mirada fresca, que nos aporten en la identificación de oportunidades, sobre todo en el desafiante momento en el que estamos”, afirma el director (i) de Integración, Ignacio Salinas.

“Esperamos que tengan un excelente desarrollo y que lleguen a lugares destacados, porque son las próximas generaciones de líderes que, ojalá, estén haciendo este tipo de bienvenida en unos años más a otros jóvenes”, añade.

Las y los graduados finalizaron el día en una reunión con el gerente de Operaciones de El Teniente, Claudio Sougarret, quien les comentó sobre el estado del negocio, las expectativas en cuanto a su integración y los desafíos que supone trabajar en la mina subterránea de cobre más grande del mundo, donde se desempeñarán en los procesos de Planta, Mina y la Dirección de Excelencia Operacional.

“Les deseo el mayor de los éxitos en esta etapa que comienza, que es un momento muy importante en lo personal y profesional. Esperamos que puedan desplegar su máximo potencial que, sin lugar a dudas, nos ayudará a cumplir el desafío de mantener a la División en forma competitiva y lugares de privilegio en la industria”, acotó.

“Estar aquí es como jugar en la selección chilena”

Danilo Martínez estudió ingeniería civil química en la Universidad de Concepción, estará un año desarrollando labores en la Gerencia de Plantas y no esconde su entusiasmo por haber sido seleccionado en el programa.

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“Estar en Codelco es como ser parte de la selección del país, pero de ingeniería. Es como jugar por Chile en la selección”, señala. “Estoy impresionado de lo moderno de las salas de control, de lo grande que es acá. Vengo principalmente a aprender y aportar, a ser un agente de cambio y entregar nuevas ideas”.

La ingeniera civil de minas, Olaya Calderón, también comparte la emoción: “Codelco para mí es un sueño. Soy rancagüina, entonces toda la vida he estado cerca de la mina y es una gran experiencia trabajar en una mina y una corporación tan importante, que entrega un aporte fundamental al país”.

Para Sofía Jorquera, ingeniera civil de minas de la Universidad de Santiago, este programa significa un retorno a El Teniente. “Hice mi memoria en esta División y continuar en este proceso del mundo laboral acompañada de un tutor es una oportunidad única. Insertarme al mundo minero a través de este programa me entrega más confianza para hacer preguntas y aprender”.

Algunos, ya planean un futuro en El Teniente, como Samuel Madera, ingeniero civil mecánico de la Universidad de Chile, que trabajará para la Gerencia de Mantenimiento Mina: “Me siento desafiado e impresionado y dentro de mis expectativas está formar parte de la División como un agente de cambio y liderar para inspirar buenos resultados en las personas, cuidando su seguridad y su bienestar. En esa mística quiero estar inmerso”.

El programa

La iniciativa Graduados(as) de Codelco cumplió 15 años en 2023 y busca integrar talentos jóvenes a las operaciones y proyectos para impulsar la minería del futuro.

El programa brinda formación integral en competencias vinculadas al negocio, desarrollo de liderazgo, excelencia operacional, gestión del cambio y manejo de datos y entrega a las y los jóvenes la posibilidad de participar de proyectos estratégicos y realizar pasantías en áreas clave del negocio. Todo esto, de la mano de tutores que los acompañarán durante el proceso durante un año.

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Fomentar la inversión “a la uruguaya”

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Se ha ido generando, de forma lenta pero estable, un consenso en torno a cómo la permisología se ha transformado en un obstáculo a la inversión y al crecimiento económico. En promedio, toma más de 11 años para un proyecto de desalación y 8 años para un proyecto minero antes de que puedan empezar a generar ingresos para pagar su inversión. En ambos casos la fase de obtención de permisos ocupa más del 70% de ese tiempo.

El Presidente enfatiza sobre los proyectos de ley que presentarán para reformar el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental y el proceso de obtención de permisos sectoriales. Sin embargo, aún si estos prosperan, el debate legislativo y la implementación de estos cambios puede tomar muchos años, mientras que la necesidad de reactivación es urgente.

En ese contexto haría bien el gobierno en mirar a Uruguay, que la semana pasada lanzó una “Ventanilla Única de Inversiones”, cuya finalidad es facilitar y optimizar la instalación de inversión extranjera. Se compone de dos etapas: la primera provee a potenciales inversionistas de toda la información que puedan requerir, y la segunda centraliza todo el proceso de obtención de permisos y solicitud de antecedentes para su instalación.

No debiese ser tan difícil ponerse de acuerdo en la conveniencia de una alternativa como esta, al menos para poder viabilizar los proyectos más urgentes para la reactivación económica y la transición energética, como son la desalación, el litio y el hidrógeno verde. Ya no hay que mirar a Europa para encontrar buenos ejemplos a seguir.

José Antonio Valenzuela

Pivotes

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En Matanzas carabineros fiscaliza auto y encuentran droga.

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Tras una fiscalización vehicular en la Costanera de Matanzas, personal de carabineros de la comuna de Navidad  detuvieron a un sujeto que transportaba 14 gramos de cocaína, detenido que pasó a control para su formalización por el delito de microtráfico de drogas. Según lo señalado por Carabineros, el personal policial procedió a la fiscalización de un vehículo placa patente UJ-7859, conducido por el sujeto identificado con las iniciales, I.A.A.D, momentos en que carabineros se percata que el conductor portaba sobre el asiento del copiloto una bolsa transparente con restos de polvo color blanco.

Se procede a realizar la revisión del automóvil, encontrando en su interior 21 envoltorios en bolsas transparentes de nylon con polvo color blanco de similares características a clorhidrato de cocaína, procediendo a la detención del conductor. Tras al peritaje realizado por personal de la SIP, dio positivo a  clorhidrato de cocaína.

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