Por: Tomás Arcas
Este lunes se dio a conocer el Termómetro Laboral Enero 2022, informe mensual del mercado desarrollado por el Observatorio Laboral de O’Higgins (OLO), entidad dependiente de la Universidad de O’Higgins y miembro de la red de Observatorios Laborales del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (SENCE).
Una de las estadísticas más relevantes arrojadas por el estudio es que, durante el trimestre septiembre-noviembre de 2021, la tasa de ocupación de la Región de O’Higgins alcanzó el 50,2%, registrando un aumento del 0,5% en comparación al mismo período en 2020. Al respecto, la directora regional (S) de SENCE, Marcela Contreras, declaró que esta cifra “confirma las señales positivas observadas durante los últimos meses, que coinciden con el inicio del período de mayor demanda de trabajadores en la región de parte del sector silvoagropecuario”. A nivel nacional, en tanto, la tasa de ocupación corresponde al 53,6%, 2,4 puntos porcentuales sobre la tasa de la región.
Además, se sigue consolidando la tendencia al alza en la ocupación informal en O’Higgins, que llegó al 29,3%. Las mediciones anteriores de este indicador, correspondientes a los trimestres septiembre-noviembre de 2020 y 2019, arrojaron cifras del 27,8% y 26,3%, respectivamente. Este tipo de empleo es más alto en las mujeres, quienes registraron una tasa de ocupación informal del 31,4%, 3,4 puntos porcentuales más que los hombres (28%).
En relación a lo anterior, el director regional del OLO, Eolo Díaz-Tendero, comentó: “Aunque desde inicios de la pandemia (trimestre marzo-mayo 2020) la informalidad fue mayor en hombres (23,3%) que en mujeres (22,5%), desde el trimestre diciembre-febrero 2021 la situación se comienza a revertir”.
Con respecto a la edad, el índice de informalidad en el empleo es mayor en las personas a partir de los 60 años (39,9%), las cuales presentaron una variación de -5,6% respecto al mismo trimestre de 2020. Asimismo, la ocupación informal cayó en 0,2% en el tramo de 45 a 59 años, mientras que los grupos entre 15 y 29 años y entre 30 y 44 años arrojaron alzas en este indicador, aumentando en 3,4% y 2,8%, respectivamente.
“La informalidad desciende cuando desciende el empleo o, en otras palabras, son los empleos informales los primeros en pasar a la desocupación en períodos de crisis económica. De allí que una baja en la tasa de informalidad no se relacione necesariamente a una mejora en la condición de los empleos, sino que, más bien, puede vincularse con la cesantía de los trabajadores informales”, explicó Díaz-Tendero.