“De hecho, sin fe es imposible agradar a Dios. Todo el que desee acercarse a Dios debe creer que él existe y que él recompensa a los que lo buscan con sinceridad. ‘. Hebreos 11:6
Hoy podemos decir que la pandemia, ha servido al ser humano, para bien y para mal, para acercarse a Dios o cómo también para rebelarse aún más contra Él. Algo similar también está pasando con la fe con la oración, vemos personas que nunca tuvieron una fe activa, sin embargo hoy las vemos interesadas en cultivar su fe, la oración.
La palabra de Dios en el libro de hebreos 11:6, nos dice: “para acercarse a Dios, la persona ha de creer que Él existe.”
La fe tiene mucho que ver con este primer paso de acercamiento a Dios. Sin fe, es imposible acercarse a Dios, Él recompensa a quienes les buscan y es promesa.
A veces nos resulta fácil criticar a quienes se acercan a Dios solo porque algo les preocupa, les molesta, o porqué tienen una urgencia en su vida. Si usted lee los evangelios se va a dar cuenta que las personas se acercaban a Jesús no eran tan diferentes como nosotros hoy en día, se acercaban al Maestro porque tenían una dolencia, una enfermedad, el Señor solo les pedía que tuvieran fe.
Las urgencias de estas personas eran legítimas pero en su acercamiento a Cristo lo hacían con un espíritu de adoración, y de gratitud por adelantado con un ruego y una petición sincera desde el reconocimiento de su debilidad y su falta de fe.
Jesús al incrédulo padre del hijo que tenía un espíritu inmundo dijo:
“Si puedes creer, al que cree todo le es posible. E inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad” Marcos 9:24
Sin embargo muchos se acercaban a Dios con convicción creyendo que Él tenía poder para sanar. Así como la mujer que padecía de una enfermedad de flujo de sangre por más desde hacía doce años que tan solo decía en su corazón “si tan solo. Tocare su manto sanare.
El escritor cristiano C.S. Lewis decía en su libro, El problema del dolor: “Dios susurra y habla a la conciencia a través del placer, pero le grita mediante el dolor: el dolor es como el megáfono que Dios tiene para despertar a un mundo adormecido.” Es lo que Dios está haciendo en cierta medida hoy.
¿Será que Dios tendrá que aumentar el sonido del megáfono” “Dios nos libre” era el dicho que tenía un fiel hermano del sur. La palabra de Dios dice. «Despiértate, tú que duermes; levántate de los muertos, y Cristo te dará luz». Efesios 5:14
Así, desde una conciencia más o menos cauterizada, o más o menos despierta, según se dé el caso, nuestras oraciones son también el reflejo de lo que creemos de lo que somos y de cómo lo vivimos.
El salmista decía:
¿A quién tengo en el cielo sino a ti? Te deseo más que cualquier cosa en la tierra. Puede fallarme la salud y debilitarse mi espíritu, pero Dios sigue siendo la fuerza de mi corazón; él es mío para siempre Los que lo abandonen, perecerán, porque tú destruyes a los que se alejan de ti. En cuanto a mí, ¡qué bueno es estar cerca de Dios! Hice al Señor Soberano mi refugio, y a todos les contaré las maravillas que haces. Salmo 73: 26-28
Pastor: Alejandro H- Cabrera C.