Muy solo se ve en estos días el Delegado Presidencial, es que se nota la falta de seremis titulares y de equipo. Por ejemplo a raíz de la emergencia donde un minero estuvo por más de 6 horas tras un derrumbe en Chancón el informe diario sobre el estado de la pandemia a nivel local no fue entregado, ya que este informe en una decisión tomada en el gobierno pasado y que parece que el actual mantiene entregaba toda la información sobre covid a través de la delegación y no desde el servicio o la seremi de salud que tienen sus propios equipos de comunicación. Nunca entendimos ese diseño, y no entendemos que se mantenga. Al mismo tiempo que resaltamos que al parecer la pandemia se terminó al menos a lo que a nivel local se refiere. Hace falta que nuestras autoridades regionales comenten como se esta viviendo en nuestra zona el covid, si estamos bien o retrocedemos y se reiteren los llamados al autocuidado. No basta, no es suficiente la comunicación dada por Santiago. Es imposible que de la capital se de cuenta de las complejidades de cada localidad.
Pero donde más se nota la falta es en los aún no nombrados seremis. Si bien cada repartición tiene a jefe subrrogante la naturaleza transitoria de su cargo, hace que sean llamados a administrar lo que hay y no tengan la fuerza ni tampoco la legitimidad para impulsar cosas nuevas. Es que el atraso en las designaciones es notorio, solo se explica por un mal diseño en la manera de llegar a los nombres, centrando demasiado la decisión en Santiago, y ni siquiera en los ministros a quienes representarán los seremis sino en un pequeño equipo de asesores que se ha visto en un enorme problema al tratar de dar con nombres que no causen el enojo de nadie, que cumplan con la paridad y que mantengan los equilibrios políticos dentro de la coalición gobernante, una manera elegante de decir distribuir cupos.
Pero tal es la diversidad de partidos, movimientos e influencia parlamentaria que esta cuadratura del circulo ha tomado demasiado tiempo, con todos los últimos rumores indican que por fin este lunes serían anunciadas las designaciones. Pero oficialmente nada se ha dicho al respecto y no sabemos con certeza hasta cuando habrá que seguir esperando.
Más allá de los nombres de los seremis parece ser que es urgente que el gobierno afine los mecanismos de toma de decisiones. Si este esquema de centralizar la última palabra en Santiago se mantiene con relación a muchos temas locales, dejando fuera del ámbito de la decisión a los delegados presidenciales, parecen indicar que muchas decisiones lamentablemente no serán todo lo rápido que nos podríamos imaginar.
Con toda la esperanza puesta en el gobierno de Gabriel Boric, siguen intactas. Solo que se requiere que se acelere un poco el paso, al menos en lo que a política local se refiere.
Finalmente somos de los que creen que no existe ni vieja ni nueva política, sino simplemente política. Pero entendida no como politiquería, ni la búsqueda de salvaguardar determinados intereses, sino en el arte de gobernar.
Luis Fernando González V.