Una cariñosa acogida ha tenido las hermanas del Instituto de los Pobres de Jesucristo, también conocida como Fraternidad misionera del camino, que llegaron a servir a la comuna de Las Cabras. Son tres las religiosas que llegaron a vivir a dependencias de la parroquia Sagrado Corazón a mediados del mes de marzo, cuya superiora es la hermana Celina de Jesús Sediento.
Esta congregación está presente también en San Bernardo, Calama e Iquique y ahora han llegado a servir a la Diócesis de Rancagua. “En las diversas Diócesis donde estamos, nos colocamos al servicio de la Iglesia en lo que es la propia naturaleza de nuestro carisma: el servicio a los más pobres. Queremos ser entre los pobres, el corazón de la Iglesia que los ama como una madre, defiende sus vidas y promueve su dignidad a hijos de Dios y ciudadanos”, explica la hermana Celina.
De acuerdo con lo señalado por la religiosa, éste es un Instituto pluri vocacional de hombres y mujeres consagrados, sacerdotes, de alianza laica, parejas, jóvenes, acogidos y voluntarios. “La Fraternidad Pobres de Jesucristo tiene como objetivo cuidar al Cristo pobre que está presente en todos los pobres de la calle, a todos aquellos que son abandonados e impedidos de la suerte y despreciados del mundo”, indica.
Con esa opción de vida han llegado a apoyar la evangelización en Las Cabras.