“Por tanto, hermanos míos, les ruego por la misericordia de Dios que se presenten ustedes mismos como ofrenda viva, santa y agradable a Dios. Éste es el verdadero culto que deben ofrecer. No vivan ya según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto. Romanos 12:2
¡Esto es lo que se usa!, fue la respuesta que un vendedor de una tienda de ropa dio a una dama que se asombraba por el corte y la transparencia de una nueva prenda de vestir.
Esta expresión se aplica tanto a la moda como a las costumbres que influencian el funcionamiento de la sociedad hoy.
Nuestros comportamientos, conducta, decisiones y pensamientos muchas veces se ven influenciados por filosofías de turno, por opiniones de “influencer” o por las personas con las que convivimos. Sin embargo, a raíz de la necesidad de sentirnos involucrados o de pertenecer a algo o ser aceptados por el grupo, hace que muchas veces accedamos hacer concesiones a cambiar nuestras opiniones, por la presión que se ejerce con el fin de evitar la burla, el qué dirán, el rechazo.
Hacer lo que los demás hacen, es la tendencia que se usa hoy con el fin de caerle bien al grupo, para estar a la moda, para estar en onda. La interrogante recurrente es: ¿será esta una base segura o una norma suficiente para orientar nuestras actitudes y conductas de vida? ¿No habrá otro fundamento o una norma diferente más segura que la opinión subjetiva de nuestros semejantes?
La Biblia dice: “No vivan ya según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto.”
La Palabra de Dios es más importante que todas las normas que los hombres hayan establecido, y tenemos que tomarla en cuenta en todas las áreas de nuestra vida, pues es a Dios a quien tendremos que rendir cuenta un día. Cuando toda nuestra vida sea examinada según la norma divina, ninguno de nosotros podrá defenderse diciendo que eso era lo que se hacía, lo que estaba de moda, lo que se usaba.
La Palabra de Dios en el li8bro de Oseas dice: “Mi pueblo es destruido porque no me conoce a mí, perece por no seguir mis instrucciones…”
El texto Bíblico del Salmo 119 nos dice: “Lampara es, a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino”
La Palabra de Dios dice: “Bienaventurado es aquella persona que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; Sino que en la Palabra de Dios está su delicia, Y en ella medita de día y de noche. Esta persona, será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará.
Es tiempo de dejar de lado la corriente de este mundo y empezar hacer la voluntad de Dios, Él da la vida eterna a todos los que se arrepienten y deseen seguirle solo a Él.
Pastor: Alejandro H. Cabrera C.