Por: Tomás Arcas
Fotos: Marco Lara
A partir del 14 de abril, dejó de ser obligatorio el uso de mascarilla al aire libre en el país, siempre y cuando exista más de un metro de distancia con otras personas y se esté en fase de Bajo Impacto Sanitario o Medio Impacto Sanitario. En el centro de Rancagua, particularmente, la nueva disposición del “Plan Seguimos Cuidándonos Paso a Paso” del Ministerio de Salud no ha tenido una repercusión significativa, ya que la mayoría de los transeúntes del corazón de la capital regional aún mantienen la utilización del cubrebocas, atendiendo la recomendación de la autoridad sanitaria.
Pese a ser una de las medidas más esperadas por la ciudadanía, son pocos los rancagüinos que han retirado el uso de la mascarilla en la calle, quienes agradecen la eliminación de la obligatoriedad para abrir un mayor espacio a la voluntad personal y la comodidad, luego de que se instaurase el deber de usar cubrebocas en abril de 2020.
Cabe recordar que la utilización del elemento preventivo es necesaria en lugares abiertos donde no se pueda respetar el metro de distancia, como en ferias, plazas o eventos masivos. Asimismo, mantiene su carácter obligatorio en espacios cerrados, en cualquiera de sus fases, y en establecimientos como centros comerciales, supermercados, bazares, tiendas pequeñas bajo techo, colegios (dentro del aula, mientras que en el recreo dependerá de la infraestructura de cada recinto) y transporte público.