El Día Mundial de la Tierra es una ocasión para recordar la importancia de preservar los recursos naturales y asegurar la sobrevivencia y nuestro legado a futuras generaciones.
Chile es un importante centro de la diversidad biológica debido al alto número de especies endémicas que posee, como también a la alta diversidad intraespecífica de sus especies, que han debido adaptarse a los distintos ambientes del país. Es por eso que, en el Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIA) estamos justamente llamados a cuidar la tierra para desarrollar una agricultura sustentable, cohesiva, inclusiva y dinámica, tal como ha planteado el ministro de Agricultura Esteban Valenzuela.
Por ello, la conservación de la diversidad y patrimonio genético de nuestro país no es una opción, es un llamado.
En 1995, el Minagri designa a INIA como Curador Nacional de los recursos fitogenéticos de Chile, entregándole la crucial responsabilidad de preservar este invaluable patrimonio nacional. En el año 2011, como parte de la estrategia para fomentar el desarrollo de innovaciones asociadas a los recursos genéticos -y gracias al financiamiento de MINAGRI-, se implementa el Centro de Recursos Biológicos para atender los requerimientos nacionales e internacionales.
Con esta visión de futuro sostenible, INIA fundó el Banco de Recursos Genéticos Microbianos, que hoy resguarda un patrimonio clave para avanzar en agricultura sostenible y acercarse al objetivo de la soberanía y seguridad alimentaria. Este banco es el primero en América Latina reconocido como Autoridad Internacional de Depósito (IDA, por sus siglas en inglés) por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual. Solo hay 23 países en el mundo que cuentan con este recurso, la mayoría de ellos en Europa, Asia y Norteamérica.
El Banco de Recursos Genéticos Microbianos de INIA tiene a buen recaudo una larga lista de más de 4000 accesiones de microorganismos (bacterias, hongos y nematodos) propios de nuestra geografía, que estarían en peligro de desaparecer si no fuera por este resguardo. Son microorganismos que están profundamente unidos a la historia, al territorio y a la identidad de Chile y que, por lo tanto, resultan cruciales para avanzar en la investigación y así dar respuesta a los desafíos que conlleva la crisis climática.
La conservación de la diversidad genética microbiana es fundamental para el desarrollo de toda clase de productos y tecnologías agrícolas, ya que el ecosistema microbiano presente en el suelo es un indicador de la salud de la tierra y de su potencial productivo. Por ello, estos 15 años del Banco de Recursos Genéticos Microbianos de INIA deben reconocerse como un aporte clave para avanzar en agricultura sostenible.
En forma paralela, para seguir caminando hacia una agricultura sustentable, cohesiva, inclusiva y dinámica, es necesario trabajar -entre otros focos- en la soberanía y seguridad alimentaria. Estos conceptos hacen referencia a estrategias sustentables de producción, distribución y consumo de alimentos y al acceso a alimentos seguros. La soberanía alimentaria está íntimamente ligada a la identidad de los pueblos y naciones, a su historia, tradiciones y saberes. Es una identidad que no solo se relaciona con la cultura sino también con los recursos disponibles. Entre ellos, los microorganismos nativos que se conservan en el Banco de Recursos Genéticos Microbianos del INIA.
Evelyn Silva Moreno, Jefa Nacional de Unidad de Gestión de INIA