Por: Tomás Arcas
Fotos: Marco Lara | Seremi del Medio Ambiente de O’Higgins.
El 31 de marzo de 2022, once secretarios regionales ministeriales fueron presentados en la ex Gobernación Regional de O’Higgins. Una de ellas es Giovanna Amaya Peña (PS), autoridad conocida en la región, ya que fue designada por segunda vez como seremi del Medio Ambiente tras ejercer el mismo cargo durante el segundo gobierno de Michelle Bachelet.
Ahora, la ingeniera en administración agroindustrial está próxima a cumplir su primer mes como la máxima representante del Ministerio del Medio Ambiente a nivel regional con el Presidente Gabriel Boric a la cabeza. En conversación con El Rancagüino, Amaya, que también cuenta con un MBA en Gestión y es Máster en Gestión y Auditorías Ambientales, comentó los principales desafíos de la cartera en O’Higgins y los matices diferenciadores del actual Gobierno.
¿Cómo se ha sentido en estas primeras semanas al mando de la cartera, asumiendo por segunda vez el desafío de ser seremi?
“Me siento como en casa. Es un equipo de trabajo que conocía, aunque obviamente también hay rostros nuevos. Tengo una muy buena opinión de todo el equipo profesional. Esta es una Seremi bastante técnica, donde tenemos que levantar los compromisos que estuvieron dentro de la campaña del Presidente Gabriel Boric. En ese sentido, él quiere que este sea el primer Gobierno ecológico y, para poder lograr eso, nos ha mandatado trabajar en la transición socioecológica justa. Esto significa trabajar con las comunidades, volver a darle dignidad y mejorar la calidad de vida de los habitantes de los territorios y a los territorios en sí. Como autoridades, tenemos que trabajar para la búsqueda de posibles soluciones a, por ejemplo, las llamadas zonas de sacrificio, donde finalmente la gente termina normalizando situaciones que afectan a su diario vivir. El diálogo con las comunidades y el trabajo coordinado con las otras reparticiones públicas va a radicar en la solución que espera la ciudadanía, que son las expectativas que hicieron que nuestro Presidente fuera electo”.
Este Gobierno se ha definido como “verde” y, por lo tanto, esta cartera debería ser muy importante para su gestión. ¿Qué diferencias se puede detectar respecto a la administración de la Presidenta Bachelet? ¿Por qué este Gobierno es distinto?
“Más que diferencias, hay continuidades. En el segundo mandato de la Presidenta Bachelet, el medio ambiente se posicionó, fue un tema muy relevante en el Gobierno y en esa época nos tocó llevar a cabo el Plan de Descontaminación Atmosférica (PDA), que era heredado, pero también se trabajó mucho con temáticas de aires, residuos, la ley de reciclaje o de responsabilidad extendida del productor, temáticas de agua, recuperación de suelos y espacios, etc. Hoy, el trabajo de nuestro Presidente es tomar todo lo que ya se venía haciendo y complementarlo aún más, con el trabajo en la calle, escuchando a la ciudadanía. Hoy tenemos mayor robustez en el Ministerio, por ejemplo, con la ley de humedales urbanos, que nos permite declarar lugares para la protección de la biodiversidad. (…) Hay continuidad y mucho esfuerzo en el trabajo con la ciudadanía, principalmente las participaciones ambientales ciudadanas, con proyectos que se sometan al sistema de evaluación de impacto ambiental, donde queremos escuchar mucho, dialogar y generar medidas complementarias. Puede que un proyecto se apruebe, pero tiene que existir en este caso un trabajo territorial previo para establecer, por ejemplo, compromisos voluntarios y medidas de compensación”.
Así como se autodenomina “ecologista”, este Gobierno también se ha declarado “feminista”. Entiendo que en la cartera también hay un enfoque de género significativo.
“Efectivamente. La mayoría de las agrupaciones ambientales son lideradas por mujeres. En base a eso es que el trabajo que se va a desarrollar en el territorio va a tener una mirada femenina. Hoy las mujeres son líderes en sus entornos, en sus núcleos familiares. De hecho, una de las primeras reuniones que tuve como seremi fue con la Asociación Regional de Ambientalistas de O’Higgins, donde se juntan alrededor de 17 organizaciones ambientalistas de 14 comunas de la región. Ellos reconocieron que era primera vez en la historia que la autoridad medioambiental los recibía y va a ser el primer trabajo que como Seremi vamos a establecer, con una mesa para tratar los conflictos socioambientales que afectan en diversos territorios. Quién mejor que ellos para entregarnos la información, porque están en terreno, son prácticamente nuestros ojos. Agradecieron mucho que los hayamos invitado y, volviendo al tema del enfoque de género, yo diría que el 70% de la mesa está conformada por mujeres líderes. Queremos que las mujeres sigan ocupando mayores espacios de representatividad y para eso es el trabajo que estamos realizando como Gobierno”.
Respecto a la región, ¿cuáles son los principales lineamientos y desafíos que se propone el Gobierno? ¿Qué particularidades tiene O’Higgins para la administración de la cartera?
“Principalmente, tenemos que llevar a cabo el PDA por material particulado 2.5, que es una preocupación constante de la ciudadanía. Nos toca ver todo lo que es economía circular, uno de los principales compromisos de nuestro Gobierno, y eso va a significar que a partir del próximo año las empresas tienen que cumplir metas de valorización de los residuos. Tenemos que realizar un trabajo de educación ambiental en el territorio, ya sea en colegios o a otras personas, porque finalmente todos vamos a tener que trabajar en forma colaborativa para el cumplimiento de estas metas. Nos toca el trabajo con residuos, de poder optimizarlos y que sean transformados en materia prima. Otro punto importante es la implementación de la norma de olores, que es un trabajo súper esperado en esta región porque sabemos que la presencia de planteles es bastante fuerte. Tenemos toda la temática de aguas, que es un gran desafío, ya que la región es golpeada por el cambio climático y, por lo tanto, tiene que existir la transición hídrica justa. Esto significa proteger las aguas que hoy tenemos y asegurar la biodiversidad. Para ello, el trabajo de la norma secundaria de calidad de agua de la cuenca de Rapel va a ser uno de los principales desafíos, que asegurará sustento de agua a las comunidades y principalmente mejorar la calidad del agua para la supervivencia de los ecosistemas que viven en torno a estos cursos hídricos.
¿Sigue en revisión de Contraloría el PDA por material particulado 2.5?
“La semana pasada, el Ministerio del Medio Ambiente estuvo trabajando con Contraloría para revisar observaciones que hay al respecto y se sugirió el retiro de Contraloría para poder subsanar esos detalles, que son rápidos de corregir, así que el plan de descontaminación ingresará nuevamente y esperamos que este año podamos contar con él”.
¿Cómo se está preparando la fiscalización medioambiental conjunta para la temporada de invierno?
“Tuvimos la primera mesa para trabajar la fiscalización. Es algo que va a presidir el delegado presidencial por la urgencia que tiene. Toda la fiscalización depende de la Superintendencia del Medio Ambiente y ellos le dan instrucciones a los demás servicios para que puedan fiscalizar, como la Seremi de Salud, el SAG y CONAF. En cuanto al uso residencial de calefactores, se está trabajando con Salud para robustecer lo que será la fiscalización. Respecto a la leña, es una temática que radica netamente en la Superintendencia del Medio Ambiente y que también se va a ver robustecida. Ya se está trabajando y dentro de esta semana tenemos la mesa de fiscalización para abordar este tema”.