- Cumplieron 39 años desde la fundación del Monasterio de a Asunción de Santa María en Rengo.
Treinta y nueve años de presencia en la diócesis de Rancagua cumplió durante el mes de abril el Monasterio de la Asunción de Santa María de las hermanas Benedictinas, ubicado en el sector de Mendoza, en Rengo.
Las hermanas Benedictinas llegaron a la Diócesis de Rancagua el año 1983, desde el Monasterio de San Pelayo de Oviedo, España, debido a la perseverancia del entonces Abad del Monasterio de la Santísima Trinidad de Las Condes, don Eduardo Lagos, ante la Madre Amparo Moro, Abadesa de San Pelayo. Al r.p. Abad se unió enseguida la firme petición del Obispo de Rancagua, Mons. Alejandro Durán.
A la fundación llegaron siete monjas de votos solemnes: Sor Esperanza, Sor Anselma, Sor Rosario, Sor Isabel, Sor M. Aurelia, Sor M. Esther y Sor Soledad. El recibimiento por parte de la Iglesia local, tanto sacerdotes como religiosas y de todo el pueblo, superó lo previsible, y así sigue experimentando su acogida hasta el día de hoy. También se vieron muy acompañadas por monjes y monjas de SURCO (Comunidades benedictinas y trapenses, de Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay).
El 4 de diciembre de 2013 fue erigido en Abadía y el 10 de febrero de 2014 se elige la primera Abadesa: Madre Alejandra Izquierdo, quien recibió la Bendición Abacial el día 31 de mayo en la fiesta de la Visitación de María.
El obispo de Rancagua, monseñor Guillermo Vera Soto, pidió oración por ellas y señaló que es un regalo de Dios, poder contar con su presencia en la diócesis, su oración incesante, su fraterna cercanía, “el testimonio que nos dan de no anteponer nada al amor de Dios, son para todos nosotros un motivo de gran alegría y gratitud al Señor”, precisó.