- Este martes, familiares, amigos y cercanos despidieron al destacado artista polifacético con una amplia trayectoria cultural de más de 70 años donde se destacó como pintor, grabador, ilustrador, actor, titiritero y escritor.
Por: Gisella Abarca
Fotos Nico Carrasco
Este martes, el mundo del arte y la cultura despidió a uno de los artistas con más trayectoria cultural dedicada a Rancagua: Mario Cepeda Muñoz, artista autodidacta con una amplia trayectoria cultural de más de 70 años donde se destacó como pintor, acuarelista, grabador, ilustrador, actor, titiritero y escritor.
De este modo, en una en la Iglesia de La Merced en Rancagua en que estuvieron presente familiares, amigos y cercanos, fueron despedidos los restos del primer “Almirante” del grupo cultural “Los Inútiles”, quien a sus 81 años cerró los ojos a la vida luego de darle la pelea a un cáncer, dejando este mundo terrenal para comenzar el viaje eterno.
UN LEGADO INIGUALABLE
Casado por 50 años con Teresa Foster, tuvo 3 hijos, Cecilia, Vicente y Carolina; y a la fecha contaba con 8 nietos María Cecilia, Schlomit, Antonia, Florencia, Isidora, Matilde, Vicente y Mariano quienes lo recuerdan como un ejemplo de persona.
“Mario siempre fue un hombre de buen corazón, un buen cristiano, bondadoso, amable y amante de su familia, a pesar de su talento siempre fue muy humilde, muy preocupado de su entorno y siempre compartió sus conocimientos y ayudó a quienes lo necesitaban y lo más importante es que Mario Cepeda siempre fue un hombre feliz, se fue feliz de esta tierra”, dijo en su despedida su hijo Vicente Cepeda.
“Con mi papá nunca tuvimos nada pendiente, siempre fue un buen hombre, una persona amable, cordial, muy bondadoso y los últimos días fueron maravillosos porque estuvo con todos sus hijos en casa, con su mujer y hasta el último día soñó con viajar, con ser feliz y se fue feliz, por eso recordarlo como un hombre simple, humilde, alegre, bondadoso y que disfrutaba de las cosas sencillas y ese es el legado que nos ha dejado, que hay que amar y hay que vivir sencillamente”, expuso Vicente.
Y es que sin duda el legado que dejó este artista rancagüino fue inmenso, donde sus acuarelas recorrieron con éxito Ecuador, Costa Rica, Argentina y el Salvador. Fue formador de grupos muralistas e hizo clases de títeres, creación de cuentos, teatro y pintura en muchos colegios. Fue profesor de acuarela en la UMCE y fue el creador de la primera sala de exposiciones de Rancagua, el taller 609.
Mario Cepeda fue por más de 50 años miembro activo del grupo cultural “Los Inútiles” grupo cultural fundado por Óscar Castro y otros intelectuales rancagüinos quienes el 2021 lo nombraron su “Almirante”, reconocimiento más alto otorgado a algunos miembros que encarnan el espíritu del grupo. Un artista e intelectual generoso y sencillo dispuesto a ayudar y colaborar con todo aquel que interesado en la cultura sin distinguir género, raza, condición social o edad.
Si bien Mario Cepeda era oriundo de Iquique, tuvo un gran arraigo a O´Higgins llegando a San Fernando a los 6 años, donde en el colegio colchagüino encontró en el dibujo la fórmula para escapar de la letanía de las clases.
Luego se trasladó a Talca donde vivió al lado del Museo de la ciudad con su tío, el escultor José Miguel Cruz como administrador fue el primer museo que conoció y fue ahí cuando despertó su deseo de llegar a ser un artista.
Pero fue en el colegio en que se dio cuenta de su talento cuando comenzó a hacer los trabajos de artes plásticas a sus los compañeros, que por una módica suma les garantizaba un siete. Un negocio fructífero hasta que los profesores comenzaron a identificar su trazo.
Ya en Rancagua, a los 17 años, lo marcó el profesor Peña de trabajos manuales del Liceo Óscar Castro a quien le mostraba sus dibujos y pinturas para que los criticara y siempre le daba buenos consejos. En 1960 culminó sus estudios en el liceo nocturno ya que no fue muy bien amigo del colegio.
En el 63’ comenzó a juntarse con un grupo de artistas de Rancagua entre poetas y escritores con los que crea el “Taller 609” para fomentar y desarrollar actividades artísticas en la ciudad.
Siguiendo los pasos de su padre que fue un telegrafista que trabajó en correos y telégrafos de Chile, en 1962 hizo un curso de telegrafista y en el año ‘65 lo nombran telegrafista del Estado, circunstancia que le dio una entrada económica para poder dedicarse al arte, actividad que realizó hasta sus últimos días.
En el 65’ se trasladó su casa-taller a German Riesco 262, donde se quedó hasta el 83’. En ese mismo año ingresó al grupo Los Inútiles. Junto a ellos realizó exposiciones para difundir las artes, también editó libros y revistas. Incursionó como escritor, creando varios cuentos con los que participó en la Revista “Actitud”.
El artista se definía como un paisajista, porque le permitía la espontaneidad, la alegría, la improvisación, donde cada vez que pintaba se sumergía en un mundo donde las formas, los colores, los movimientos le permitían crear libremente.
Mario Cepeda hasta sus últimos días hizo lo que amó, pintar y compartir generosamente con todo aquel que quisiera escuchar. No obstante, este lunes 9 de mayo, uno de los destacados integrantes del grupo de “Los Inútiles” partió a reunirse con sus compañeros de tertulias dejando sin duda un legado de generosidad como artista, amigo y ser humano para quienes tuvieron la fortuna de conocerlo y trabajar junto a él. Sus restos ya descansan en paz en el cementerio parque Jardín Las Flores de Machalí
Los Inútiles despiden a su almirante…
Con inmenso pesar tuvimos la noticia de la partida de esta dimensión de nuestro querido amigo Mario Cepeda, hace apenas seis meses lo habíamos nombrado como el primer “Almirante” de nuestra agrupación cultural, años de intenso y desinteresado trabajo en pro de las artes, hicieron que esa nominación fuese la más adecuada para estos tiempos, consiguiendo para el grupo la unión de los artistas del área plástica con los literatos.
Alcanzó a dirigir el último número de la revista “Actitud” que es la proyección del grupo “Los Inútiles” y que cada año distribuimos gratuitamente cada 1º de Noviembre ante la tumba de nuestro poeta fundador Óscar Castro.
Como el incansable e inquieto artista que era, hasta hace unos pocos días lo vimos trabajando en sus acuarelas, descubriendo nuevos materiales y desarrollando técnicas, leyendo artículos y colaboraciones que darán cuerpo a la próxima revista y disfrutando de su familia quienes le acompañaron hasta su último aliento.
El grupo “Los Inútiles” expresa su eterno agradecimiento a quien fuera el mejor gestor de múltiples actividades en favor de la cultura, hasta siempre querido Almirante, Mario Cepeda.