Por: Tomás Arcas.
Este martes por la mañana, los funcionarios del Liceo Comercial Diego Portales de Rancagua realizaron una manifestación para demostrar su descontento con la situación sanitaria que complica al establecimiento. Arreglos en los baños del liceo han provocado la incomodidad de la comunidad escolar por la falta de capacidad en los baños habilitados.
Tras ello, autoridades de la Corporación Municipal (CORMUN), la seremi de Educación, el Colegio de Profesores, el equipo directivo, los sindicatos de trabajadores y asistentes de la educación y el centro de estudiantes se reunieron para llegar a una solución y se acordó la suspensión de clases durante los días restantes de la semana, retomando las actividades el lunes 16 de mayo, fechas en que las obras deberían estar finalizadas.
El jefe de la División de Educación de la CORMUN Rancagua, Eduardo Castro, sostuvo que “las obras que se están realizando en el colegio están dentro de los plazos acordados con la empresa que está haciendo los arreglos”. “Se hacen con recursos que llegaron a la CORMUN a finales de enero, mientras que la licitación, adjudicación e instalación de obras se dio la primera semana de abril y la programación es de aproximadamente un mes con ampliación de plazo, cosa que sucedió”, explicó.
Además, Castro reconoció que, “más allá de que (las obras) están dentro de los plazos, efectivamente había un tema de incomodidad para quienes trabajan y estudian en el liceo”. Por ello, tras la reunión del martes se acordó que “lo más razonable era la suspensión de clases durante los cuatro días de esta semana, de tal manera que se vuelva a clases el día lunes con la respectiva solicitud y formalización del plan de estudios que está dentro de la norma”.
Finalmente, el personero aclaró que nunca hubo paro en el liceo, “lo que hubo fue la necesidad de sentarse a conversar para buscar la mejor solución y llegamos al acuerdo ya señalado”.
Por su parte, el presidente del sindicato de trabajadores de la educación del Liceo Comercial Diego Portales, Hernán Pino, rectificó que la situación “partió con un paro de brazos caídos el martes en la mañana, donde no hicimos clases”. “Teníamos que hacer algo visible para que las autoridades se presentaran y hubiera diálogo, después nos reunimos y se acordó la suspensión de clases y su recuperación a fin de año”, afirmó el profesor de educación física.
“Es importante el bien común de los estudiantes y de quienes trabajamos ahí, y esperamos que después de estos tres días se cumpla con la entrega de las obras”, finalizó Pino.