- Hace meses que las personas en situación de calle ha aumentado en la Región. Ocupan plazas, parques, veredas o la Alameda, donde han levantado improvisados hogares, donde también se refugia un porcentaje importante de migrantes, muchos de ellos son niños. En el siguiente reportaje les dejamos parte de esa realidad.
Gisella Abarca Aránguiz.
Fotos Marco Lara- Nico Carrasco.
Con un frío que cala los huesos comienza un nuevo día de mayo en Rancagua. Es viernes y una densa neblina acompaña el despertar de cientos de personas que por estos días viven en la calle.
El rugir de los motores los mantienen alerta, mientras que las bocinas no descansan de sobresaltar a quienes permanecen en el lugar, así son las jornadas que se viven en Alameda de Rancagua, específicamente a la altura de Alcázar. En el lugar hay cuatro carpas que le dan cobijo a 20 personas.
A nuestra llegada un hombre se acerca amablemente. Es Diego Jiménez (32) que si bien es venezolano, llegó desde Colombia a nuestro país hace dos meses y a Rancagua hace tres semanas a causa de la crítica la situación en esos países “Llegamos a la frontera, algunos contrataron coyotes, vimos por dónde pasaba la gente y caminamos normal, pasamos por la aduana, no tuvimos inconveniente. Caminamos hacia Colchane, algunos se fueron en bus hacia el centro (de Chile)”, comenta.
“Yo andaba sin dinero, camine tres días. El primero de Colchane a Quebe, ahí los camioneros nos tumbaban agua o pan; al día siguiente caminé sin comer. En algunos puntos me monté un camión donde iban dos venezolanos, el chofer se dio cuenta, así que rodamos y seguimos caminando”, relata el migrante.
“Por la mañana caminamos hasta Chusmiza, nos faltaba unos 25 km para llegar a Huara, ese día caminé más de 75 km. Solo quería llegar a Iquique donde estuve tres semanas buscando trabajo y decidí moverme hacia el sur. Llegué a Antofagasta y un camionero nos dio el aventón hasta Copiapó. Luego nos montamos en la cola de un camión hasta Vallenar, ahí busqué por las uvas, la poda y nada. Llegué en camión hasta Serena, luego otro camionero que me dio comida, me trajo a Santiago y estoy acá buscando trabajo”, relata el joven migrante.
Luego de habernos relatado su travesía le preguntamos a Diego si luego de esa experiencia le dan ganas de devolverse, a lo que con seguridad responde “nooo!, ya estaba en Chile, éste es el sueño americano y lo estaba cumpliendo. En Colombia y Venezuela muchos quieren venir acá y la poca gente que llega a trabajar –porque cuesta mucho llegar- puede resolver muchas cosas en sus países. Chile es muy lindo”, dice el venezolano.
El joven que en Colombia dejó a su hija de 2 años, asegura que llegó a la zona con la intención de trabajar en la fruta “pero cuando llegué el tiempo ya había pasado. Trabajé por unos días en el Cementerio Nº 2 haciendo fosas, estoy esperando eso para volver, mientras tanto sigo buscando trabajo en lo que sea, he ido a la construcción pero no he conseguido nada aun. Ya tengo rut de Fonasa, hice la autodenuncia, porque necesito trabajar”.
Cuenta que en el improvisado campamento viven cerca de 20 personas -7 niños, 4 adolecentes, 3 mujeres adultas y 5 hombres adultos- “Son varias familias, todas de Venezuela, yo ando solo y me dijeron que me quedara con ellos”, explica Diego. Así, en grupo se ayudan a cocinar, a conseguir dinero y a cuidarse.
“ACÁ NOS HAN TRAÍDO LA COMIDA QUE EN VENEZUELA NO TENEMOS”
Al pasar un rato, tímidamente se abre la puerta de otra carpa. Dos adultos salen de ella, son Ariana y Gustavo de Venezuela, que llegaron hace un mes a Chile con tres hijos -14, 10 y 4 años- “Estábamos en Ecuador, pero en enero nos quedamos sin empleo y acá el peso es factible si uno hace el cambio”, comenta Ariana esperanzada en un futuro mejor.
Ella reconoce la precaria situación en la que viven. Su hogar es de nylon y poliéster, como la de centenares de personas que han comenzado a ocupar los espacios públicos de Rancagua y el país “En estas condiciones a mí me han dado ganas de devolverme por no tener un lugar estable para mis tres hijos; pero son los niños los que me atajan, porque les gusta mucho Chile y nos han ayudado mucho, acá nos han traído la comida que en Venezuela no la tenemos”, dice Ariana.
Si bien comentan que el municipio local se ha acercado a ofrecerles un techo esporádico donde estar, Ariana expone las razones por las que no han aceptado “La municipalidad nos ofreció un albergue, pero decidimos no irnos, porque teníamos que regirnos a sus normas y si hay borrachos o drogadictos debemos aguantarnos. Tenemos niños y pueden correr peligro, por eso preferimos estar acá, nos sentimos más seguros en la calle que en un albergue”.
Consultados por el tiempo en que estarán en ese céntrico lugar, sin dudar Ariana dice “Estamos trabajando para reunir dinero y alquilar una casita, trabajamos vendiendo golosinas, limpiamos autos, mi hijo limpia vidrios y me da la platita para ir reuniendo dinero. Estamos caminando por todas partes viendo dónde encontramos algo económico para arrendar, porque nos dicen que ya viene feo el frío”, es por eso la premura de conseguir un trabajo aclara.
Ariana finaliza diciendo que por ahora lo que necesitan es “comida, arroz, pastas, harina pan (arepas), leche, pañales para niños (1 y 2 años) útiles personales, toallitas húmedas, ya que no podemos bañar a los niños o le calentamos agüita cuando hay mucho sol”, expone quien vive en el improvisado campamento a la altura de Alameda a la altura de Alcázar.
Al lado de este grupo de carpas venezolanas, hay una más pequeña donde flamea una bandera chilena, allí vive una pareja de chilenos que poco se les ve a nuestro paso. A pocas cuadras, pero a orilla de calle, entre el pavimento y una reja verde que los separa de la calle, a la altura de Balmaceda y Avenida La Cruz, se ubica una improvisada vivienda un poco más grande que también da cobijo a chilenos.
Un escenario similar se produce en calle Estado, donde yacía una construcción que se vino abajo luego del terremoto. Es ahí donde se refugia un grupo de personas en situación de calle. En las cercanías del Terminal O’Higgins, hay varias carpas de camping, pero también hay otro tipo de improvisadas estructuras, armadas por colchones, bolsas de basura, frazadas o sábanas donde el panorama es similar. gEste escenario se repite en el bandejón central de la Alameda cerca del Cementerio 1, a la altura de Patricio Allende, calle Rubio, Avenida Estación, entre otros céntricos puntos de Rancagua.
Y es que desde hace más de un año que las personas en situación de calle han aumentado en el país. Ocupan plazas, parques, veredas o en la Alameda, donde han levantado verdaderas comunidades. Aquí, en la céntrica arteria el paisaje está marcado por la presencia de carpas en el bandejón central. Algunas agrupadas, otras, separadas, donde el número fácilmente supera las 15 carpas.
EXPLOSIVO AUMENTO DE PERSONAS EN SITUACIÓN DE CALLE
Actualmente, el difícil acceso a la vivienda se asoma como una de las crisis más complejas. El encarecimiento de éstas, de arriendos y la reducción de empleos, ha arrastrado a muchas personas a esta situación.
Según datos del Anexo para Personas en Situación de Calle del Registro Social de Hogares, a nivel nacional hay 19.310 personas en esta condición. Dos mil más que en marzo del 2021 donde un porcentaje importante de los nuevos habitantes sin techo son migrantes irregulares. En la región de O’Higgins, hay 683 personas en esta precariedad que se concentran principalmente en las comunas de Rancagua (59%), Graneros (10%), Rengo (11%) y San Fernando (7%).
“Ésta es una población que se ubica de manera transitoria y en algunos casos las personas son muy visibles tales como las carpas en la Alameda que es lo que está causando preocupación y ocupación por parte de algunos, pero también se localizan en puntos menos visibles”, indica Monserrat Duarte, jefa de Operación Social Territorial del Hogar de Cristo en O’Higgins.
Y es que hoy en día, la pobreza tiene otra cara donde no sólo son personas con algún grado de consumo de alcohol o estupefacientes. Actualmente son niños, hombres y mujeres migrantes quienes han debido afrontar las frías madrugadas del otoño si un techo que los cobije, población que escapa de sus países en búsqueda de nuevas oportunidades.
“Las personas en situación de calle son muy distintas, hoy en día se suma una realidad que es nueva para la región, no así para el país ya que en el norte está bastante más instalado que son estas familias que llegan y que vienen con los niños. No habíamos visto infantes en situación de calle en nuestra región”, expone Duarte, agregando que “Hay un aumento de personas sí, pero también de visibilidad de quienes se encuentran en situación de calle. Cifras oficiales no hay, pero el Municipio habla de 328 personas en Rancagua, lo cual es una respuesta dado que tienden a concentrarse en las ciudades más grandes por sus estrategias de sobrevivencia”.
En cuanto a ayudas, Duarte expone que el Hogar de Cristo en la región cuenta con tres programas para personas en situación de calle y que atienden alrededor de 500 personas al año. Entre ellas las Hospederías en Rancagua y Rengo, además de la residencia de la Superación en San Fernando con capacidad para 72 personas de forma diaria, a esto se agrega el programa Ruta Nocturna en Rancagua.
Por ahora, las organizaciones sociales, municipios y el gobierno trabajan para amortiguar el notorio aumento de los sin hogar. Uno de ellos es el Ministerio de Desarrollo Social, que en la región de O’Higgins está a cargo de Nayadeth Ahumada “Para nuestro Ministerio, las personas en situación de calle son una tremenda preocupación dado el aumento importante de éstas, es por ello que estamos trabajando de manera intersectorial con distintos organismos públicos y privados para articular una oferta de protección ampliada a las personas que hoy se encuentran en situación calle”, expuso.
La seremi indicó que “Como Ministerio contamos con el Plan Protege Calle que se traduce en habilitar albergues durante la época invernal que permite dar protección a las personas. En paralelo estamos trabajando coordinadamente con la Municipalidad de Rancagua, el Gobierno Regional, la Delegación Presidencial y otras instituciones para mejorar la oferta existente”.
En esta línea la autoridad gubernamental explicó que “dado el aumento importante de personas en situación de calle, con un componente distinto que son las personas migrantes, hemos sostenido varias reuniones con el Gobernador para ver como poder aumentar la oferta”, agregando que “Teníamos proyectados 2 albergues y hoy día vamos a habilitar 6 albergues a nivel regional en Graneros, Rancagua, San Fernando y Rengo”.
En cuanto a políticas de Estado en la materia, agregó que existen los programas de Promoción como los Centros Temporales para la Superación del Programa Noche Digna que tiene como objetivo que las personas en situación de calle cuenten con condiciones mínimas que aseguren su bienestar físico y social. En la región hay 2 Residencias para la Superación, una de 25 personas en Rancagua y otra para 20 personas en San Fernando.
Y por otro lado, está el Programa Calle del Subsistema Seguridades y Oportunidades que aborda el problema de la exclusión y vulnerabilidad que sufren las personas adultas en situación de calle, buscando contribuir a que éstas mejoren sus condiciones de vida o superen la situación. A la fecha son atendidas cien personas en Graneros, Rancagua, Rengo y San Fernando a través de las Fundaciones Caritas y Mission Golden, quienes ejecutan este Programa en convenio con el Ministerio de Desarrollo Social.
Finalmente, se encuentran los Programas de Emergencia que corresponden al Plan Protege Calle, donde buscamos brindar de manera transitoria y en época de bajas temperaturas, alternativas de hospedaje y atención básica.
El municipio trabaja en ordenanza para evitar instalación de carpas en vía pública
En la región, Rancagua es una de las comunas más afectadas por esta situación, donde según un catastro de la Dirección de Desarrollo Comunitario (DIDECO) las personas en situación de calle, ya sean de nacionalidad chilena o migrantes ubicados con carpas en diferentes sectores de la Alameda son 238 personas en situación de calle, de las cuales 169 son adultos chilenos con 5 niños a su cargo. Se suman 40 personas extranjeras en similar situación, junto a 24 niños.
Desde la asistencia social, el Municipio de Rancagua indica que ha apoyado con alimentación, vestimenta, utensilios de aseos, conexión con la red local de servicios, educación, vivienda y empleo, así como apoyo en el traslado a albergues administrados por la Seremi de Desarrollo Social y Familia, “Sin embargo, la capacidad de los programas regionales no logra cubrir la demanda”, aseguran.
En este contexto, el alcalde Juan Ramón Godoy solicitó a la entidad estatal “aumentar al doble la capacidad de albergues en Rancagua, en el marco del Plan de Invierno”. Sumado a lo anterior, el jefe comunal hizo un llamado al Delegado Presidencial, Fabio López, “para que dentro de sus atribuciones pueda ayudar a enfrentar esta crisis migratoria que se vive en la región, así como en el país”.
El edil agregó que “Como municipio hemos realizado numerosas acciones de apoyos para acoger e insertar a la población migrante; sin embargo, no contamos con los apoyos necesarios a nivel regional para dar continuidad a las intervenciones locales”, expuso.
Además, el municipio trabaja en la elaboración de una ordenanza para evitar la instalación de carpas o similares en la vía pública a futuro, la que se encuentra en proceso de revisión para ser presentada al Concejo Municipal y se vote en sesión, para que posteriormente sea puesta en marcha en caso de ser aprobada.
Durante abril pasado y producto de las lluvias, el alcalde Godoy tomó la decisión de habilitar albergues temporales municipales, los que dejaron de funcionar el domingo 1 de mayo. Pese a esto y ante la necesidad de seguir ayudando a quienes más lo necesitan, es que se habilitó como albergue el Centro Cultural Oriente, ubicado en Juan Martínez de Rozas #01040 que a la fecha cuenta con 120 personas bajo su cuidado.
Es por esto, indican que “se hace urgente visibilizar esta problemática a nivel regional, por ello, el Municipio de Rancagua insiste en hacer un llamado a la seremi de Desarrollo Social, para gestionar mayores recursos que permitan habilitar más albergues para la comunidad en situación de calle, en el marco del Plan de Invierno, como así también el diseño de programas que aborden una intervención más integral en apoyo a las prestaciones locales que desarrollan los municipios”.
Delegado presidencial de O’Higgins, Fabio López:
“Oficié a la PDI a que hagan una fiscalización en los puntos donde están las carpas”
Respecto al tema y de acuerdo a sus funciones, el Delegado presidencial de O’Higgins, Fabio López expuso que como Ministerio del Interior le corresponde el control migratorio. “En ese sentido, oficié a la PDI a que hagan una fiscalización en todos los puntos donde están las carpas para ver la situación migratoria de esas personas y saber exactamente quiénes cumplen o incumplen la nueva Ley de Migraciones que se refiere a que todas las personas que ingresen por pasos no habilitados deben ser denunciadas ante migración para iniciar los respectivos procesos de expulsión”, expone López.
Paralelamente esto, el Delegado Presidencial agrega “también tiene una dimensión que es humana y en ese sentido, hemos trabajado con la Seremi de Desarrollo Social donde se están solicitando más recursos para adelantar el programa de invierno, aumentar la cantidad de albergues y sacar estas personas de la calle. Mientras tanto, trabajamos en la ley de migraciones y resolver su situación, sin olvidarnos de la dimensión humana que hay detrás. También hay una cantidad de chilenos importante, donde ellos al tener un rut el Estado puede accionar, porque son ciudadanos chilenos y tienen un status legal”.
Gobernador Regional destacó la apertura de más albergues en la región
Liderando la segunda reunión de la mesa intersectorial para coordinar acciones que permitan atender las necesidades de las personas en situación de calle en O´Higgins estuvo el Gobernador Regional, Pablo Silva quien destacó la apertura de más albergues para personas en situación de calle en la región.
En esta instancia en que participa la Seremi de Desarrollo Social y Familia, Nayadeth Ahumada y el secretario ejecutivo de Caritas Rancagua, César Morales; comunicaron que se habilitarán 6 albergues para personas en situación de calle en Rancagua, Rengo, Graneros y San Fernando.
“Le hemos encargado al jefe de división Desarrollo Social y Humano del Gobierno Regional que trabaje en el tema calle. Como sociedad debemos empatizar con la situación y el dolor que viven diariamente las personas en situación de calle. Debemos trabajar de forma permanente el tema, no solamente en Rancagua, sino también en las 33 comunas de la región de O’Higgins”, expresó Pablo Silva Amaya.
La autoridad regional agregó que “se amplían los cupos para los albergues, así que vamos a estar trabajando en conjunto, hemos visto con Caritas algunas soluciones a mediano plazo y vamos a seguir incorporando a más actores. Hemos pedido que en la próxima mesa incorporemos al municipio de Rancagua, como otros organismos privados, para ayudar a la gente de situación de calle”.
En tanto, César Morales, secretario ejecutivo de Caritas Rancagua, detalló que “La idea es dar un espacio para que puedan pasar la noche o el día con acceso a los servicios básicos y de alimentación, como así también integrarlos a la red de salud y educación”.