El Rancagüino fue el primer medio en informar ese día del grave incendio producido en la entrada de la Mina y que llenó rápidamente de huno a todas las galerías en donde se extraía el cobre.
Según relatos de la época el fuego se produjo en un taller a la entrada de la mina . Uno de los tres obreros que se encontraban en el lugar relató a uno de nuestros periodistas que al encender una fragua saltó una chispa a unos tambores de petróleo que se encontraba cerca y estaban chorreados . Estos se encendieron rápidamente y luego saltaron a otros de parafina .” No pudimos apagarlos y luego explotaron . La fuerza de la explosión nos botó cuando íbamos arrancando y sufrimos lesiones” .
Se estimó luego de cuatro días de intenso rescate de heridos y muertos que al menos 354 fallecieron ese día .
El primer grupo de ataúdes fue de 57 y llegaron en tren a Rancagua . Posteriormente fueron viajando desde el campamento el resto, también por ferrocarril , único medio de transporte desde Sewell .
Los funerales fueron imponentes . Asistió el Presidente de la República, numerosos ministros y todas las autoridades locales junto a ejecutivos de la empresa y dirigentes sindicales .
El cortejo partió desde las oficinas de la Braden por Millán y San Martín hasta el cementerio uno en la Alameda en donde fueron sepultados temporalmente para luego ser reunidos todos en el cementerio 2 en Av Baquedano en donde se encuentran hasta hoy .
La vida en Rancagua se detuvo. El comercio cerró y todos participaron en los funerales. Destacaron la labor de Bomberos en el traslado de los féretros y de la Cruz Roja en la atención de las viudas y parientes de las víctimas que recibían a sus seres queridos a la llegada del tren.
Es sin duda la mayor tragedia ocurrida en la Región.
En la actualidad con las muchas medidas de seguridad implementas en la mina es imposible que se produzca una tragedia similar .