Una frase común tanto de quienes están por el apruebo al rechazo es el llamado a votar informado, sin embargo, a medida que nos acercamos al plebiscito del 4 de septiembre, vemos cada vez más estrategias para desprestigiar una u otra alternativa no necesariamente basada en argumentos, o en posiciones validas que consideran bueno o malo algún aspecto del texto constitucional. Noticias falsas, verdades a medias, narrativas distorsionadas y otras desviaciones no solo amenazan con contaminar el voto informado, sino también nuestra convivencia.
Esto lo vemos a diario donde muchas voces de lado y lado nos señalan una y otra vez que es el proceso político más importante desde el retorno a la democracia; y que por ello debemos pensar y votar en tal o cual sentido, porque si no lo hacemos así, el país no tendría futuro y estaríamos castigando a nuestros hijos y nietos.
Es evidente que detrás de estas frases no hay sino que un llamado al miedo, una búsqueda un tanto interesada en ensanchar la grieta, cuando finalmente todo es bastante más simple. Debemos ir el 4 de septiembre (obligados por ley) una vez más a las urnas, a votar en el plebiscito de salida. Y no solo en este proceso, sino en cualquier votación debemos emitir nuestro sufragio de forma consciente, bien informada, responsable y respetuosa de los resultados.
Esto quiere decir que debemos ciertamente leer la propuesta y valorarla contrastándola no solo con el actual texto constitucional sino también con nuestra propia visión de la sociedad y del país. Podemos y debemos asesorarnos por opiniones de personas estudiosas, que sepan más que nosotros de algún tema, pero al mismo tiempo evitar huir de las simplificaciones y discursos interesados en exacerbar conflictos, en uno u otro sentido. Lamentablemente las redes sociales parecen ser enemigas de este objetivo.
Finalmente tener claro que la amistad verdadera es mucho más profunda que un pensamiento distinto. Así lo dijo un amigo en un grupo donde se discutía sobre el plebiscito, donde alguno de sus amigos señalaba su opción por el rechazo en contraposición de su opción por votar apruebo, sin embargo, señala “ustedes como amigos míos saben claramente cuál es mi posición y como respeto su rechazo, respeten mi apruebo”.
Es que, pese a que el plebiscito es una cuestión binaria, si o no, razón tiene el presidente Lagos cuando señala que “El actual proceso constituyente no finalizará el 5 de septiembre tras el plebiscito de salida, porque las dos alternativas en juego están lejos de convocar a la gran mayoría ciudadana”. Por lo que único claro es que gane el apruebo o el rechazo entraremos en un nuevo periodo donde habrá que discutir las reformas necesarias para el actual texto o para la propuesta entregada por la convención constitucional.
Luis Fernando González V
Sub Director